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AVENIDA MARÍTIMA

La escollera de la Avenida Marítima necesita más peso y volumen contra las olas

El ingeniero Felipe Roque subraya que el tramo más cercano a San Cristóbal es el que menos defensa tiene, pese a ser la más desprotegida frente a los temporales

Tramo afectado de la Avenida Marítima Andrés Cruz

La escollera del tramo de la Avenida Marítima que va desde San Cristóbal hasta Lady Harimaguada, afectada por un grave deterioro que pone en riesgo la estabilidad de la plataforma, necesita más peso y volumen para resistir el embate de las olas y, sobre todo, los temporales equinocciales de marzo y septiembre, en los que se registran mareas muy grandes.

Felipe Roque Villareal, decano del colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Las Palmas, subraya que el citado tramo es el que menos defensas tiene pese a ser el más desprotegido contra los temporales, porque es el que está más abierto al noreste y carece de la protección del dique Reina Sofía.

Además, explica, es el tramo más antiguo de la Avenida. Esta infraestructura se construyó en los años 60, lo que quizá explique la existencia de una escollera tan endeble, que contrasta por ejemplo, con la que tiene el tramo situado en frente de Bravo Murillo, o el de San Telmo de edificación posterior, en los que se puede observar una línea de tetrápodos detrás de la escollera, pese a estar bastante más protegidos del oleaje del norte. A todo ello se añade la protección del dique exento de San Telmo que «atenúa la energía del temporal».

«Esos rellenos», dice refiriéndose al tramo en el que el Gobierno canario va a actuar de emergencia en las próximas semanas para evitar el desplome de la Avenida, «datan de los años 60 y se hicieron con una protección, una escollera, que fue diseñada con los datos de los que se disponía en aquel momento, es decir, con unos cálculos estadísticos que daban la altura de la ola máxima y en función de eso se determinaba la pendiente del dique y el peso de la escollera». A lo mejor, consideró, «tendría que haberse hecho la obra con escolleras de canto de mayor peso».

Además de los avances tecnológicos en la ingeniería que permiten una mayor precisión, Roque considera que en los últimos años «ha ido aumentado la carrera de marea, que ahora está a más de tres metros» en los temporales equinocciales, «frente a los 2,8 metros» de aquella época, un fenómeno que seguramente también tiene que ver con el cambio climático y que agrava el problema de la escollera. Otro factor que hay que tener en cuenta, apuntó, es la prolongación del dique Reina Sofía, que «provoca que la ola se vaya difractando [desviando] e incida más la ola del nordeste con la costa». 

«Para que ese tramo quede seguro hace falta una escollera de mayor peso» que la de ahora que, además «se ha ido perdiendo, porque los temporales han ido limpiando la zona y arrastrando los materiales. Ahora hay que hacerle un manto de escollera con materiales de mayo peso, mayor volumen». Es precisamente esa falta de defensa, como vienen advirtiendo los técnicos desde hace años, la que ha generado el problema que hay ahora.

Los nuevos cálculos que hay que hacer, indicó, ya disponen de una información actualizada que se ha realizado para el proyecto de relleno de la zona que está justo al lado, entre Lady Harimaguada y el Guiniguada, con el objeto de ganarle terreno a la metroguagua. Aseguró desconocer si ese nuevo relleno de la autovía puede ser positivo o no para el tramo con problemas. «Aveces, cuando se interviene en el oleaje lo que hace es difractar la ola, cambiar la orientación de la ola», señaló.

Además de reforzar la escollera, Roque recordó que hay que reparar los huecos que afectan a la plataforma que sostiene la Avenida. «El muro que sostiene la Avenida tiene partes dañadas que hay que reparar. Por ahí pasa también la tubería de abastecimiento de agua de 800 milímetros, la tubería del emisario terrestre, que vierte las aguas depuradas y también la de alimentación de combustible».

La aparición de la última grieta en el paseo es consecuencia, en su opinión, de que «se ha perdido material de cimentación, lo que ha producido una rotura porque» el terreno «ha cedido en algunos puntos. El mar ha ido socavando y limpiando lo que es la cimentación del muro de la avenida, que ha sufrido esa rotura porque ha perdido resistencia».

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