El reto de la energía eólica marina en el Puerto

Luis Ibarra apela a la madurez del sector para aprovechar el negocio 'offshore'

Darsena de Africa 2

Darsena de Africa 2 / LP / DLP

La implantación de la energía eólica marina, el regreso de la pesca fresca tradicional y un taller para los superyates de lujo que cruzan el Atlántico constituyen los tres grandes proyectos en los que se va a centrar la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) en 2023, según explica su presidente, Luis Ibarra.

No son las únicas actuaciones importantes para el Puerto de Las Palmas durante el próximo año. También espera Ibarra que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria desbloquee el proyecto Puerto-Ciudad, cuya última iniciativa estrella pasa por derribar las naves de Cruz Roja y trasladarlas al interior del recinto portuario, con la finalidad de construir a su entrada un gran parque urbano que haga el acceso más atractivo a residentes y turistas. 

Actuaciones como la inauguración de la pasarela Onda Atlántica, el acuario y la nueva terminal de cruceros en Santa Catalina, cuya ejecución está en marcha, forman parte de la batería de iniciativas impulsadas por el ente público para reorganizar esa entrada al Puerto y abrirlo a la ciudad. De ahí la importancia de que la corporación municipal consiga los fondos para ejecutar el parque, pues la Autoridad Portuaria no podrá reubicar las naves de ayuda humanitaria hasta que el Ayuntamiento cumpla con su parte del proyecto.

Sí han comenzado ya las obras en la parcela donde irá el nuevo taller de megayates, cuya concesión está en manos de la empresa canaria Rodritol, que invertirá 7,8 millones en su creación, 4 en la obra en sí y otros 3,8 millones en maquinaria, con un plazo de 35 años para explotar el recinto, que se convertirá en el tercer astillero del Puerto, especializado en la reparación y el mantenimiento de los grandes yates de lujo que cruzan el Atlántico en cada temporada de invierno. 

Yates de lujo

Se estima que hay en el mundo más de 6.000 embarcaciones de este tipo, con más de 30 metros de eslora, de las que pasan por Canarias unas 600. Ese es el nicho de mercado al que se dirige el taller, con el objetivo de generar un negocio similar al de Palma de Mallorca o Barcelona, ciudades que se han adelantado en la captación de estos clientes. 

El Puerto de Las Palmas espera empezar a prestar ese servicio a finales de 2023, tras superar una ristra de problemas técnicos y burocráticos que han retrasado la ejecución del proyecto, entre ellos el descubrimiento de una línea de media tensión que pasaba por la parcela y no estaba en los planos de la misma. 

La actuación en ese área, además, se completa con la construcción de una fábrica de hielo que incluya zona de exposición y de venta de pescado fresco en el Muelle Pesquero, entre otros planeamientos, como la reordenación de la entrada, cuya propuesta de adjudicación está en marcha e incluirá cambios en la actual rotonda de acceso, así como la liberación de espacios y la reubicación de algunos servicios, como ocurrirá con una parte de la plataforma logística que la naviera Fred Olsen explota en la zona.

«Recuperar la imagen pesquera del Puerto es un reto para nosotros», asegura Ibarra, que espera contar a principios de año con un puesto de primera venta de pescado fresco, cuyo funcionamiento será similar al de una lonja. 

Y es que los pescadores del barrio marinero de San Cristóbal han llegado a un acuerdo con la Autoridad Portuaria para descargar sus capturas en el Muelle Pesquero, al tiempo que se ha habilitado el pantalán Fransari para ese cometido. Más adelante comenzará a funcionar la fábrica de hielo y el puesto de venta, pero las primeras descargas se esperan para principios de año.

Otro reto que centrará el trabajo del Puerto es completar el proceso iniciado para actualizar todos los pliegos de condiciones de servicios portuarios. En el último Consejo de Administración salió adelante el de los prácticos y están previstos para el año que viene los de pasaje y bunkering (suministro de combustible). En ejercicios anteriores se actualizó el pliego de Marpol (gestión de residuos), los tres del sector del amarre y el de los remolcadores. Este último es el único que no ha salido por unanimidad al estar recurrido en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Ibarra también quiere continuar con las concesiones en la Zona Franca de Arinaga, cuyo puerto se pretende potenciar al calor de la economía circular y del negocio de la energía eólica marina que está por venir.

Plataforma ‘offshore’

Esa hoja de ruta pasa, sobre todo, por el propio Puerto de La Luz, que es donde se montará la plataforma con los servicios especializados para atender la demanda de toda la energía eólica marina y de cualquier otra energía renovable en explotación.

La Autoridad Portuaria de Las Palmas, en ese sentido, se ha adelantado al resto de competidores y ha convocado un concurso público para crear el primer gran espacio portuario dedicado a esta industria en auge. 

El acuerdo para iniciar el trámite de adjudicación fue adoptado por el Consejo de Administración  a medios de este mes, e implica la construcción y explotación, en régimen de concesión de dominio público, de una plataforma en el Puerto de Las Palmas destinada a la construcción, reparación, mantenimiento, transformación y desarrollo de artefactos offshore y/o terrestres, vinculados a las energías renovables, desarrollo sostenible y descarbonización, incluyendo, también, la fabricación, ensamblaje, montaje, mantenimiento y reparación de sus componentes, e, igualmente la prestación de servicios accesorios y/o auxiliares asociados a dicha actividad.

Se trata de una superficie diáfana ganada al mar con acceso directo a la Dársena de África, al inicio del Muelle Reina Sofía, donde se realizan en la actualidad las reparaciones navales de aguas profundas en su línea de atraque opuesta, hacia la Dársena Exterior.

Las ofertas, con una propuesta mínima de inversión de 15 millones, pueden presentarse hasta el 31 de marzo. «El desarrollo de la energía eólica generará un nicho de mercado importante y tenemos que aprovecharlo. Confío en la madurez del sector para llegar a acuerdos con empresas de fuera que tengan el conocimiento para poner en marcha esta industria», afirma Ibarra sobre el desenlace del concurso.

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