Reanudan las obras de El Confital tras el desalojo de los activistas de la ladera

Un grupo de personas intentó evitar, por segunda vez, la ejecución de los trabajos en el enclave costero hasta que la Policía Nacional los expulsó de la zona

Las obras de El Confital retoman la actividad.

C. T.

Un grupo de activistas de la organización Alternativa Maga Nacionalista (Amaga) volvió a paralizar este martes la obra de acceso a El Confital hasta que la Policía Nacional los desalojó. Los trabajos debían haber comenzado el pasado lunes, pero cinco personas se interpusieron para denunciar la supuesta ilegalidad del desmonte de la ladera que da acceso al enclave natural. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria mantiene que la acción en la montaña cuenta con «todos los permisos».

Desde primera hora de la mañana la empresa constructora, Pérez Moreno S.A.U. comenzó con los trabajos de excavación de la ladera. Sin embargo, unas horas después los integrantes de Amaga se personaron para evitar la continuación del proyecto, que fue inmediatamente suspendido hasta que llegaron los cuerpos de seguridad del estado a desalojar al grupo. 

Sobre las 13:00 horas los operarios pudieron reanudar los trabajos ante la atenta mirada de los activistas que grababan con sus móviles desde la parte superior, donde sí estaba permitido el tránsito. La organización defiende que el suelo es de «protección costera», por lo que solo se pueden realizar obras de «conservación y mantenimiento». «Solo pedimos que los accesos rodados sean en función del suelo rústico, ni más ni menos», añadió Felipe Ros, portavoz de la protesta. 

El proyecto está subvencionado por la consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias y ejecutado por las concejalías de Urbanismo y Ciudad de Mar. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria mantiene que la obra «cumple todos los requisitos». De esta forma, el 15 de febrero la Consejería de Transición Ecológica autorizó las mejoras de accesibilidad en la zona costera. El escrito señala que son unos trabajos «necesarios y convenientes para el mantenimiento y conservación de infraestructuras preexistentes que prestan un servicio público».

La excavadora trabaja ante la atenta mirada de los activistas en la parte superior de la ladera.

La excavadora trabaja ante la atenta mirada de los activistas en la parte superior de la ladera. / juan castro

Felipe Ros, asegura que interpondrán una denuncia para resolver judicialmente la legalidad del proceso. Mientras, comenta que el desmonte se lo tendrán que «comer con papas». La organización ya presentó un recurso en el que solicitaban información sobre el proyecto y su paralización cautelar. En el auto, publicado el 24 de febrero, el juzgado de lo contencioso administrativo número seis desestimó la solicitud porque la obra ya estaba adjudicada, por lo que «no cabe la suspensión de un acto que ya se está ejecutando».  

Con una línea blanca los obreros marcaron la franja de la montaña que desaparecerá para mejorar el tránsito y «favorecer la seguridad», según explicó un responsable de la empresa Pérez Moreno S.A.U. Ayer los trabajadores consiguieron adelantar parte del trabajo, pero debido al parón de varias horas por la intervención de los activistas, uno de los operarios explicó que durante el miércoles tendrán que finalizar el desmonte del resto de la ladera sobrante. 

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