La hermandad más andaluza de Canarias

No hace falta ser creyente para emocionarse al paso vistoso y rítmico de la Esperanza de Vegueta y de Jesús de la Salud, que cada Domingo de Ramos procesionan con la cofradía de los Nazarenos de Vegueta. La hermandad, adscrita a la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, carga al costal a las imágenes al más puro estilo andaluz, una particularidad que ha encajado sin fisuras con la sobriedad de la Semana Santa capitalina desde que en 1982 salieran por primera vez a la calle. La Real e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Esperanza de Vegueta recibe el 23 de junio la medalla de oro de Las Palmas de Gran Canaria en el 545 aniversario de su fundación.

La cofradía de los Nazarenos se erigió en julio de 1979 con el visto bueno del Obispo de Canarias Ramón Echarren en un momento en el que la Semana Santa capitalina estaba superando aún la crisis de los años 70, en el que la manifestación de la Pasión y Muerte de Jesucristo había perdido fieles en la calle a causa de los cambios sociales que había experimentado la sociedad española a mediados de la década con la muerte del dictador Franco. 

Primera salida

El 18 de julio de 1980, el Diario de Las Palmas, cabecera perteneciente al grupo Prensa Ibérica, se daba a conocer la cofradía a la sociedad canaria. «Actualmente somos unas 30 personas, esperamos que de aquí a fin de año podamos ser unos cien», comentaba entonces el hermano mayor Isidro López, que añadió que el nombre de la hermandad coincidía con el de una hermandad gaditana, fundada en 1951 y conocida como La cigarrera al que estaba adscrita su madre. 

La entidad religiosa surgió a finales de la década de los 70 gracias a un grupo de andaluces residentes en la capital grancanaria

La hermandad había recibido el apoyo de dos cofradías de Cádiz para ponerse en marcha en Canarias al ser parte de sus fundadores andaluces residentes en Las Palmas de Gran Canaria. 

El delegado provincial de Hacienda Manuel Ferrer Sot fue el encargado de pregonar aquella primera Semana Santa de los nazarenos, en la que desfiló solo la virgen de la Esperanza, patrona de los Agentes Comerciales, acompañada por la Banda de Tambores Cornetas y Música del Regimiento Canarias 50.

La imagen, en un paso de palio de plata construido en Cádiz y que compró la hermandad, fue cargada por 36 cargadores. La pieza era la antigua Virgen de las Misericordias, de autor desconocido y que había sido traída a Las Palmas de Gran Canaria en 1804. Fue rescatada de un almacén de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán para volver al culto como Santísima Esperanza de Vegueta tras ser restaurada por el escultor sevillano José Paz Vélez.

Los Nazarenos de Vegueta fue la primera hermandad que salió a la calle con capirote y antifaz, y escogieron el color verde para su túnica y capa por ser representativa de la esperanza.  

En 1985, la cofradía sumó a su procesión la imagen de Jesús de la Salud, maniatado y coronado de espinas. La pieza, obra de José Paz Vélez, desfiló sobre un paso de madera tallada y estofada en oro, que la hermandad compró a la cofradía gaditana Luz y Agua. 

En estas más de cuatro décadas de historia, la cofradía de los Nazarenos de Vegueta ha logrado incrementar y mantener una importante base social, especialmente de gente joven, lo que la hace ser una de las hermandades más populares de la ciudad, con presencia incluso en las redes sociales. Según la entidad, cuenta actualmente con unos 300 miembros.

«El galardón reconoce nuestro trabajo incansable a favor de la Semana Santa», dice Lino Chaparro, hermano mayor actual de la hermandad

El Cabildo Catedralicio reconoció el pasado año la contribución de los nazarenos al enriquecimiento del recorrido de la Semana Santa capitalina, a la que sin duda han ayudado a recuperar como acontecimiento público religioso, social y turístico, pero también por la labor social que realizan a lo largo del año. 

El hermano mayor de los Nazarenos de Vegueta, Lino Chaparro, reconocía esta semana que la medalla de oro no solo les servirá como acicate para el fomento al culto de sus imágenes, sino también para canalizar su labor social «que cada vez es más importante, y que se traduce en el reparto de alimentos a los más necesitados y la asistencia al comedor parroquial de Santo Domingo de Guzmán».

Chaparro explicó que la hermandad ha recibido con humildad el galardón, pero también con alegría porque «nos reconoce como parte importante de esta ciudad a la que queremos profundamente». Y añadió que la medalla de oro «reconoce nuestro trabajo incansable en favor de la Semana Santa capitalina», a la que han contribuido a lo largo de estos años tantos hermanos, juntas de gobierno y empresas anónimas que colaboran con la entidad religiosa.

El hermano mayor Lino Chaparro indicó que la medalla de oro será portada por su titular, la Esperanza de Vegueta. La distinción se le colocará a la imagen en su día principal, el próximo 18 de diciembre.

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