Turismo

Los apartamentos La Goleta renuevan su imagen tras más de medio siglo en Las Canteras

El histórico establecimiento cambia de propietario y acomete una reforma integral de las instalaciones

Han permanecido abiertas de manera ininterrumpida desde finales de los años 60

Los apartamentos La Goleta tendrán una reforma integral de sus instalaciones. Pionero en el turismo en la playa de Las Canteras, este establecimiento lleva abierto ininterrumpidamente más de 50 años en Las Palmas de Gran Canaria, incluso, abrió durante la cuarentena de 2020 para acoger a enfermos derivados por el Servicio Canario de Salud. De hecho, es uno de los pocos que ha sobrevivido en primera línea de playa de aquel primer boom del turismo de los 60. Los nuevos propietarios, Grupo Atlántico Norte, se encargarán de darle un aspecto renovado.

Situado en el número 58 del paseo de Las Canteras, a la altura de Peña la Vieja, el establecimiento cuenta con 14 apartamentos de unos 40 metros cuadrados cada uno. Estos están distribuidos en un edificio construido a comienzos de los años 60, compuesto por tres plantas más bajo. La parcela tiene un total de 207 metros cuadrados según el catastro. Durante más de medio siglo el negocio ha tenido un carácter familiar, con una clientela fija. Juan Francisco de Vega, anterior propietario, llevaba él mismo el complejo.

Los apartamentos acogieron abrieron en la cuarentena para acoger a pacientes derivados

La reforma integral del edificio la está llevando a cabo Grupo Atlántico Norte, actuales propietarios del edificio. Conocidos en la Isla por llevar varias casas de muebles y de artículos del hogar, la empresa ha iniciado un proceso de diversificación. El proyecto de remodelación, cuyos trabajos ya han comenzado, cuenta con un diseño del despacho de arquitectura Cúbica Estudio, formado por Dara Carrera y Alberto Castillo, quienes también se harán cargo del interiorismo del inmueble.

El futuro establecimiento tendrá un aspecto completamente renovado, con un cambio notable en el exterior. La fachada dirá adiós al gresite que lo ha caracterizado durante décadas. En su lugar estará recubierta por placas, donde predominará el blanco con presencia de otros colores. Los balcones con barandilla de hormigón darán paso a unos nuevos acristalados. Un conjunto que quedará más acorde con las líneas actuales arquitectónicas. Además, la dirección está sopesando el nuevo nombre de la marca.

Principios de la década de 1960

Juan Francisco de Vega vendió los apartamentos hace un año al no contar con relevo generacional al frente del negocio. Todo comenzó a principios de la década de 1960. «Mi padre compró una casa terrera en el paseo de Las Canteras con la idea de hacer una nueva para independizarse con su familia, por ese entonces vivíamos en casa de mis abuelos maternos», explica el anterior propietario de La Goleta. 

«Muchos clientes se convirtieron en amigos, vienen todos los años», señala el antiguo propietario

El padre de De Vega, quien fuera jefe de pediatría del Hospital Insular, hizo en su lugar viviendas y finalmente decidió convertir el edificio en apartamentos cuya gestión la llevaría un hermano. Era finales de los años 60 y el turismo estaba en todo su esplendor en la playa de Las Canteras. En esta zona del paseo, tanto los Brisamar como el entonces hotel Sansofé -hoy Sercotel Playa Canteras- abrieron poco después.

La fachada del edificio fue decorada con mosaicos en su exterior. Algo tan característico de la época que comparte con otros bloques como pueden ser los apartamentos El Charcón o Aguas Verdes. No obstante, Juan Francisco de Vega, quien asumió la gestión del negocio en los 80, señala que en 2001 acometió una amplia reforma de las instalaciones.

Médico de formación al igual que su padre, ha regentado el negocio durante más de 35 años. Siempre mantuvo una atención cercana hacia su clientela, principalmente de origen alemán y nórdico, «muchos al final se convirtieron en amigos, porque son de estos que vienen todos los años y se quedan aquí hasta dos meses en invierno». Incluso, aclara, «he estado en casa de algunos de ellos porque me han invitado».

Es más, «casi el 70% de la clientela era fija», remarca. A diferencia de buena parte de los establecimientos históricos de la zona, donde ha habido numerosos traspasos o directamente se han extinto y reconvertido en viviendas, especialmente tras las crisis de los años 80, De Vega siguió adelante. «Me gustaban la hostelería y los idiomas, para mí era un placer ejercer la profesión, era una oportunidad para tener vivencias y enriquecerme como persona». A pesar de su jubilación, sigue siendo presidente de la Asociación de Hoteles y Establecimientos Extrahoteleros de Las Palmas de Gran Canaria (Ahelpa).

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