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Sorteos

El duende que reparte la suerte en Las Palmas de Gran Canaria

El segundo premio del Niño reparte 525.000 euros en siete sucursales de la capital

Segundo premio de la Lotería del Niño 2022 en Las Palmas de Gran Canaria

Segundo premio de la Lotería del Niño 2022 en Las Palmas de Gran Canaria Adzubenam Villullas

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Segundo premio de la Lotería del Niño 2022 en Las Palmas de Gran Canaria Adzubenam Villullas

Siete sucursales de la capital reparten la suerte del Niño con boletos del 44469. El duende repartió hasta 525.000 por media ciudad, del Centro Comercial Alisios a la zona Triana.

Cuatro meses es lo que lleva Jonathan García con administración de loterías en el centro comercial Alisios y ha sido, tal y como asegura él mismo, «como llegar y besar el santo». Los Reyes Magos le brindaron con el mejor de los regalos: el segundo premio del sorteo extraordinario de El Niño, el 44469. Y es que el duende de la suerte tocó este jueves a Las Palmas de Gran Canaria, concretamente a siete puntos de venta diferentes repartidos por media ciudad: de Tamaraceite a la zona Triana, pasando por la Ciudad Alta y el barrio de Alcaravaneras. 525.000 euros que harán feliz el comienzo de año a más de uno.

«Soy tan nuevo en esto que cuando supe que tocó en mi administración no sabía ni lo que hacer», reconoce García, «me vino de sopetón». Estaba en el coche para llevar a sus hijos al Sur para que pasaran el día de Reyes con los abuelos, cuando de pronto le llamaron: había vendido un décimo del 44469, premiado con el segundo premio de la Lotería de El Niño. «Di media vuelta, el sorteo nos cambió los planes, pero bendito contratiempo», señala. Este primerizo rompió de alegría ante la suerte que ha tenido, en otras administraciones pasan años para que la diosa Fortuna les brinde con un pellizco de cualquiera de los dos sorteos extraordinarios de Navidad.

Jonathan García, lotero del centro comercial Alisios. Juan Castro

«Nos quedamos un poco tristes porque en el de Navidad -el 22 de diciembre- no dimos nada», admite García, «teníamos esa presión encima, porque la gente no paraba preguntando si había dado algo». Finalmente, como buenos ‘rascaos’, El duende de Alisios, que es como se llama su sucursal, cumplió con su cometido. Y es que, resalta, la campaña de Navidad ha sido «bastante dura», con jornadas «de hasta 13 horas», ahora le tocará ir aprendiendo «para el año que viene».

García llevaba cuatro años solicitando un local en el centro comercial, comenta, y no fue hasta hace cuatro meses cuando logró abrir. Hasta ahora ha trabajado -y sigue haciéndolo- como distribuidor intermediario de electrodomésticos, «la cosa es ir sobreviviendo», y ahora está ya inmerso en su incursión lotera, «día a día aprendo algo nuevo». Lo importante, concluye, es que «lo bonito de trabajar en esta profesión es la ilusión de la gente».

El duende de la suerte no solo repartió alegría en la sucursal homónima del centro comercial Alisios. Hasta siete administraciones de la ciudad vendieron boletos del mágico 44469; 21 en toda Gran Canaria y 25 en la provincia de Las Palmas -además de decenas de administraciones repartidas por media España-. Entre los agraciados -al menos indirectos-, los hermanos gemelos Ortega Vizcaíno lo celebraron por todo lo alto en su sucursal de la calle Galicia de la capital insular.

«Aquí siempre se juega el 54469, pero se nos agotó, alguien pidió uno parecido y mira», indica Ortega

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«La Víspera de Reyes después de cerrar pisé una mierda», comenta entre risas José Alberto Ortega Vizcaíno, y según el dicho popular, pisar una caca en la calle da suerte. Y así fue. Esta familia celebró el día de Reyes por todo lo alto y nada más conocer tal acontecimiento abrió un par de botellas de cava. «Ahora los números se reparten más porque van por máquina, pero sorprende igual», resalta contento Juan Miguel Ortega Vizcaíno, administrador de la sucursal.

Los dos gemelos de la calle Galicia ya tenían experiencia en esto de la lotería, a diferencia del primerizo Jonathan García de Alisios. «En 2018 dimos un premio del Niño», apunta Juan Miguel; aún así, lo cierto es que vienen de una familia de loteros. «Mi padre abrió hace muchos años aquí también en Alcaravaneras, pero más cerca del Estadio Insular», explica; fue en 1983 cuando decidió mudarse al local que ahora regentan los dos hermanos Ortega Vizcaíno frente al mercado Central, a un paso de la entonces pujante Mesa y López. «Aquí hacen la segunda compra después de la de la plaza», añade José Alberto.

Celebración en la administración de los gemelos Ortega Vizcaíno, frente al mercado Central. Juan Castro

Todavía no saben quien puede haber sido el agraciado con este segundo premio de El Niño, pero están «casi seguros» de que ha sido alguien del barrio. «Aquí se juega siempre el 54469, tenemos muchos abonados a ese número desde hace años, pero se nos agotó», explica José Alberto. Entonces, comenzaron a sacar otros números similares, «alguien habrá venido estos últimos días y nos habrá pedido alguno muy parecido», indica, y justo ahí estaba la suerte.

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Lotería del Niño en Gran Canaria Juan Carlos Castro

El duende, en su periplo, también brindó suerte en el punto de venta del Hiperdino de Miller Bajo. «El 69 es un número que gusta, tenemos dos abonados con esa terminación, un poco más bonitos que el ganador porque no se repiten tanto las cifras, pero se nos agotaron», explica Miguel Espino junto a Berta Rodríguez Calleja, la administradora de la sucursal. «Este lo empezamos a vender a última hora», añade, y resulta que ahí estaba la fortuna.

Rodríguez también fue primeriza este jueves, aunque con retardo, lleva en Miller Bajo 26 años y fue este día de Reyes cuando se estrenó en un sorteo extraordinario. Y lo hizo con un décimo del 44469, el mismo boleto premiado que fue vendido en otras cuatro sucursales de Las Palmas de Gran Canaria: en la del centro comercial Siete Palmas; en el Bazar Ítaca, situado en el garaje de Triana en la avenida de Rafael Cabrera; en otra situada en la calle Manzanilla, en Las Torres Altas; y por último en el bazar Cristina de la calle José y María en el Lomo de los Frailes. El duende de la suerte supo hacer su trabajo.

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