Pese a que la relación entre Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban ha pasado por infinidad de altibajos, lo que es innegable es que este dúo televisivo se quiere y mucho. Tras las últimas noticias que tienen que ver con la sorprendente cancelación de Sálvame, el equipo que ha dado forma durante 14 años a uno de los programas más vistos de la televisión en España ha cerrado filas y se están apoyando como nunca antes.

Sin embargo, a Belén Esteban se le ha atragantado esta triste noticia después de que la cadena de la que todavía forma parte esté promocionando a bombo y platillo la vuelta a la televisión de Jesulín de Ubrique de la mano de Bertín Osborne. El torero regresa al foco mediático concediendo una entrevista en Mi casa es la tuya y, como era de esperar, la Esteban ha entrado en brote por lo que lleva demandando más de 20 años.

Por su parte, sabedor de las reacciones de Belén Esteban, Jorge Javier le ha dedicado a su compañera de programa unas palabras en su blog de Lecturas en el que comparte, entre otras cosas, la preocupación que tiene por cómo pueda afectarle todo el tsunami mediático que se le avecina a la de Paracuellos del Jarama.

Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez en ’Sálvame’.

"Últimamente está abonada al tremendismo"

En una extensa carta en la que habla de la vuelta de Jesús Janeiro a la pequeña pantalla, el todavía presentador de Sálvame ha mostrado su temor a las reacciones de Belén tras la emisión de la entrevista.

"Yo, que conozco a Belén como si la hubiera parido, no puedo ocultar mi inquietud" dice el comunicador. "Últimamente está abonada al tremendismo. Sufre terriblemente no solo por lo suyo sino por lo de los demás (...) Estos parraques se le suelen pasar en cuanto abandona las instalaciones de la tele y hace unas trescientas llamadas telefónicas para desahogarse, pero mucho me temo que la reaparición de Jesulín en escena le va a provocar más de un disgusto serio", confiesa.

"Supone reabrir heridas, recordar desprecios, volver a transitar por una época de su vida que poco tiene que ver con la actual. Remover un pasado doloroso conlleva sufrimiento e impotencia. Menos mal que Belén tiene un suelo emocional estructurado y una familia que la protege y a la que hace caso. Porque de lo contrario sería como para echarse a temblar", explica.