La cadena televisiva Cuatro estrenó el pasado miércoles la docuserie 'En guardia: Mujeres contra el crimen' con la emisión de un primer episodio en el que trataron el caso de Anna y Olivia, dos niñas tinerfeñas que fueron secuestradas por su padre, Tomás Gimeno, en abril de 2021, en Santa Cruz de Tenerife.
El objeto de esta producción de Mediaset España es narrar las mujeres de élite que han formado parte de la primera línea de algunas de las investigaciones criminales más intrincadas y mediáticas en las últimas décadas en España. Las investigadoras vuelven al lugar de los hechos para narrar en primera persona los casos en los que participaron y en los que fueron parte fundamental en su esclarecimiento, mostrando su faceta profesional y sus vivencias, emociones y sensaciones durnate las indagaciones de cada caso.
En el primer capítulo, se profundizó en algunos hitos claves dentro del caso de Anna y Olivia como lo acontecido el 7 de junio de 2021 (41 días después de la desaparición de las niñas) cuando se localizó una funda nórdica y una botella de oxígeno, y cómo tres días después se halló el ancla de la embarcación de Tomás Gimeno, una cadena y dos bolsas de pádel con restos mortales (en una de ellas estaba el cuerpo de la pequeña Olivia).
La teoría del suicidio de Gimeno
Entre los intervinientes en el documental se encuentra el subteniente de la Guardia Civil José Luis Seoane que explicó cómo se llegó a la determinación de la muerte de que Tomás Gimeno se había suicidado. “Nuestra hipótesis, cuando encontramos esas botellas, es que Tomás se habría suicidado arrojándose al agua utilizando uno de esos biberones para bajar a la máxima profundidad posible. Así, una vez que se agote, ya no hay opción de salir con vida a la superficie, y ese cuerpo se quedaría a expensas de las corrientes marinas. En ese momento entendimos que el caso se da por cerrado”, apuntó.
Recuerdo doloroso
Aunque el caso fue cerrado, las heridas persistieron durante mucho tiempo, especialmente para la familia de Anna y Olivia Zimmermann, así como para aquellos que dedicaron días y noches a la investigación con la esperanza de encontrar a las pequeñas a salvo.
"Emocionalmente, a todos nos afectó profundamente. Afortunadamente, siempre podemos recuperarnos, pero la cicatriz permanecerá", señaló José Luis Seoane.
"Ciertamente, este ha sido el caso más complejo al que me he enfrentado tanto a nivel profesional como personal", declara Cristina Pin, también miembro de la Guardia Civil que también participó en el episiodio, quien revela que tenía una niña de dos años en el momento del incidente.
En marzo de 2022, la autoridad judicial decidió archivar la causa. Los cuerpos de Anna y su padre Tomás nunca fueron encontrados.
