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Javier Durán

Reseteando

Javier Durán

... y le tocó la chochona turística

Suena un poco a tiro al plato de verbena con olor a fritangas, a ...y le tocó la chochona o a Un, dos, tres responda otra vez la herramienta del bono turístico que promociona el Gobierno de Canarias para coser nada menos que el tejido turístico entre Islas tras el apagón de la pandemia, que todavía no ha acabado. Esto es lo que se llama resignación al no poder afrontar -o carecer de apoyos presupuestarios- un verdadero plan económico de estímulos para normalizar el sector turístico. Los 50.000 bonos que va a emitir el Ejecutivo, a 200 euros por cabeza, dentro del programa Somos afortunados, revela hasta qué punto el consuelo nos desvía de la frustración: ¿en serio qué se pretende activar el turismo interior del Archipiélago con un concurso? Esas cosas hay que dejárselas a Sálvame o a otros engendros que rifan desde una licuadora a un masaje tailandés. Aquí nos encontramos frente a frente ante algo inaudito en la historia moderna de Canarias, un cero turístico que ha desfondado los balances contables de grandes cadenas y pymes, que ha puesto en situación de Ertes y Eres a miles de trabajadores, que ha creado la mayor incertidumbre sobre la sostenibilidad del estado de bienestar de los canarios por la bajada de la recaudación fiscal, que ha golpeado sin vaselina al consumo y a las empresas suministradoras, que ha abierto una reflexión sobre la dependencia turística de las Islas como modelo de desarrollo, que ha explicitado la vulnerabilidad de Canarias frente a las decisiones de países emisores como Inglaterra... Y a este tsunami respondemos con un concurso ante notario que nos convierte, definitivamente, en tierra exótica marcada por iniciativas muy tropicales, y me atrevería a decir que festivas, con perdón para los que con los 200 euros del bono se pueden resolver una compra en una gran superficie. La autonomía necesita ahora mismo un rescate extremo que impida una recesión que nos empobrezca. Y ello sólo es posible con un New Deal, nada que ver con una rifa para tener a las masas enajenadas. Más seso y menos improvisación.

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