Opinión | Artículos de broma

Todo se justifica Javier Cuervo

El exfutbolista David Beckham.

El exfutbolista David Beckham. / INSTAGRAM

Sí, se justifica que el director ejecutivo de una empresa cotizada cobre 75 veces más que uno de sus empleados y que un futbolista gane 36.000 veces lo que cuesta la entrada para verle jugar. No hay tanta diferencia en lo que hacen uno y otro con el empleado o el espectador como la hay respecto a lo que cobran, pero cobrarlo les convierte en millonarios y eso encarece hasta las cosas baratas. Cuando ganas 75 veces menos que el director ejecutivo y no puedes comprar 36.000 entradas de fútbol sabes que las cosas caras son inaccesibles, pero desconoces que al millonario un plan modesto le cuesta un riñón.

Veamos: un español medio celebra su cumpleaños cenando callos con vino y un millonario inglés como David Beckham también, pero no por el mismo precio. El exfutbolista eligió beber un Ribera de 1975 por la entrañable razón de que nació ese año. Son 700 euros, a 120 euros la copa. Para la segunda botella, de 2014, Beckham fue más sobrio, valga la paradoja. Eso se valora: he leído que Amancio Ortega ha comprado un yate de asustar y que el anterior era de persona austera.

Con dos botellas de vino, cualquiera sabe que se arriesga a una multa de 500 euros y 4 puntos si coge el coche. Para no tener problemas con la guardia civil tráfico Beckham sacó el jet privado, que no es un transporte ostentoso, sino algo que los millonarios deben tener por el mero hecho de serlo. La prueba es que no hay pobres que tengan jet privado, porque están por las nubes.

¿Quieren los millonarios un jet privado para presumir? No, lo quieren para tomar callos con Ribera en Valladolid o para impulsos más sencillos. Shakira hizo aterrizar su jet en Barcelona para besar a Piqué y, por una cosa o por otra, la broma le costó 3 años de cárcel (para no cumplir) y 7,3 millones de euros. El beso consentido más caro del mundo. Cómo se ha puesto de caro ser millonario que Shakira ya no llora, factura. A los demás, llorar no nos cuesta nada. ¿Lo ve? Todo se justifica.