Para empezar, el final. "Qué raro me siento de que me hayan hecho una entrevista sin preguntarme nada de fútbol". Paco Jémez vive y piensa en fútbol. "Donde más a gusto estoy es en el estadio". Pero también le gusta conocer las ciudades a las que le lleva su profesión, y más si es aquella en la que nació.

Francisco Jémez Martín vio la luz en Las Palmas de Gran Canaria el 18 de abril de 1970. Fue casi una casualidad. "Mi padre era cantaor y trabajaba en la sala de fiestas de Altavista, que ahora veo que se ha convertido en una iglesia coreana", ríe. "Se ve que había mucho pecado y mucho vicio y se transformó en iglesia".

El entrenador de la UD Las Palmas se fue con apenas un año a Córdoba, la ciudad de sus padres, pero el showbusiness volvió a traerle a Gran Canaria con siete años. "Lo que más recuerdo era que iba a un colegio por Guanarteme y que al salir de clase nos íbamos a la Cícer a jugar y a pescar donde ahora está el Auditorio". ¿Y el fútbol? "Mis padres nunca me llevaron al Estadio Insular, pero sí recuerdo ir con ellos a casa de un amigo que vivía en el edificio blanco y alto que está junto al campo y que desde ahí se veía algo el fútbol".

Cordobés de sentimiento, Jémez asegura echar de menos pocas cosas de la ciudad califal. "La familia y los amigos, nada más". De hecho, ve muchas similitudes entre ambas urbes. "Me gusta mucho Las Palmas actual, es muy parecida a Córdoba por el clima que hace que se puede pasear casi todo el año por Las Canteras o por Triana incluso por la noche, además, el carácter de la gente de aquí es muy parecido al de los andaluces, son muy amables y muy educados y te hacen más fácil la vida lejos de casa".

Jémez reconoce que apenas conoce cuatro barrios de la capital grancanaria y que le gusta descubrirlos casi por casualidad. "Me encanta callejear y perderme con el coche y descubrir así barrios en los que nunca he estado. Casi todos los días me pierdo en algún barrio. Me pasa mucho en las calles traseras de Las Canteras, donde nunca sé dónde ha aparcado el coche cuando voy a buscarlo". Para su estancia en la capital mientras entrena a la UD, Jémez ha elegido el barrio de La Minilla. "Está muy bien situado porque estoy muy cerca de Barranco Seco, del estadio de Gran Canaria, Las Canteras y del gimnasio, donde paso mucho tiempo".

El técnico amarillo se siente totalmente integrado en su ciudad de nacimiento pese a llevar en ella menos de un año. Eso sí, reconoce tener el corazón partío cuando se le habla de la candidatura a Capital Europea de la Cultural 2016. "Sé que Las Palmas y Córdoba están compitiendo fuerte ahí, pero no me pienso mojar con ninguna de las dos", dice. "Si fuera yo el que tuviera que decidir, me pondrían un aprieto de la leche porque ambas me gustan mucho". Jémez cree que la historia está del lado cordobés, pero que a la capital grancanaria la avala su tricontinentalidad. "No sé quién ganará al final pero sí estoy seguro de que será una de las dos frente a las otras cuatro candidatas".