Tres terroristas y cuatro rehenes muertos fue ayer por la tarde el desenlace de la pesadilla iniciada 72 horas atrás con la masacre perpetrada en la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo, en la que perdieron la vida doce personas, entre ellas media docena de dibujantes emblemáticos del humorismo galo. En total han sido 20 las personas muertas en el Hexágono desde el miércoles por la mañana, pero la inusitada extensión temporal de los ataques ha marcado al país de un modo tan traumático como si se hubiera tratado de cientos.

La recta final del horror llegó pasadas las cinco de la tarde, cuando comenzaba a anochecer en la región parisina. A esa hora, el presidente de la República, François Hollande, dio la orden para que los cuerpos de intervención especial ejecutaran dos asaltos. El primero en Dammartin-en-Goele, localidad situada a 40 kilómetros al nordeste de París. El segundo en la propia capital, más exactamente en el barrio de la Puerta de Vincennes, situado en el este de la ciudad.

En Dammartin-en-Goele, a solo 15 kilómetros del aeropuerto Charles De Gaulle, fueron abatidos los hermanos Said y Chérif Kouachi.

Tras haber sido buscados infructuosamente durante toda la noche por un ejército de policías en la región de Picardía, los asesinos de los dibujantes satíricos se tropezaron poco después del amanecer con una patrulla con la que intercambiaron disparos. Ahí empezó su última huida, que los llevó hasta una imprenta situada en Dammartin, donde los agentes pensaron durante horas que tenían un rehén.

Sin embargo, no era así, aunque sí era cierto que en el interior del establecimiento se encontraba uno de sus trabajadores, de nombre Lilian, de 27 años y de profesión grafista. Tras ocultarse en una caja de cartón cuando entraron los asesinos, quienes tal vez nunca llegaron a sospechar su presencia, escribió por su móvil a su padre: "Me he escondido en la primera planta. Creo que han matado a todo el mundo. Avisa a la Policía para que intervenga".

Horas después, los periodistas congregados escuchado numerosos disparos y explosiones en la imprenta. Había comenzado el asalto que acabó con los Kouachi.

París ha convocado para mañana, domingo, una gran manifestación en contra del terrorismo, a la que asistirán varios mandatarios, entre ellos Mariano Rajoy.