Ha sido uno de los primeros investigadores en estudiar el proyecto de las reserva marina de El Cabrón. ¿Cuáles son los aspectos de mayor interés de la zona?
Sobre todo, que tiene un estado de conservación relativamente bueno, teniendo en cuenta que casi todos los recursos pesqueros en la Isla están muy sobreexplotados, y en El Cabrón todavía encuentras muchas cosas porque hay una especie de protección debido a la presencia de los buceadores.
¿Por qué considera que debería declararse reserva marina?
Por un lado porque hay una representación de casi todos los ecosistemas litorales que hay en las islas, desde las comunidades de algas, los sebadales, veriles, cuevas, zonas de arena, zonas de roca... hay una representación de todo. Y otra ventaja ecológica es que todos esos ecosistemas en El Cabrón se encuentran muy relacionados, están muy interconectados. Para nosotros los científicos es como un laboratorio natural, que te permite ver cosas que en otros lados no puedes.
¿Por qué no termina de salir adelante un proyecto de tan alto valor medio ambiental?
Allí en realidad ya hay una figura de protección, una ZEC (Zona especial de conservación) que está designada casi desde el 2000 bajo una directiva europea, la de hábitat. Pero digamos que no cuenta con una gestión eficaz, no hay una vigilancia, no hay unas campañas informativas educativas, una gestión del buceo, no hay gestión ninguna. De hecho se le puede aplicar el término acuñado recientemente por los científicos "los espacios de papel", protegidos en el papel nada más. Se están aprobando muchas leyes y creando muchas cosas pero todo es pura ficción, la protección es puramente teórica, no hay una partida económica asignada, ni gestión de vigilancia, de conservación, no hay un seguimiento científico riguroso...
¿Cuál sería la extensión de esta reserva marina?
Es un espacio relativamente reducido, habría que analizar bien hasta donde llegan los límites de lo que debería estar realmente protegido para que incluya los ecosistemas más importantes. Ahora mismo no hay una protección ni gestión efectiva.
¿A quién compete esa gestión?
Las competencias en este caso serían de la viceconsejería de Medio Ambiente y de la viceconsejería de Pesca. Lo que pasa es que la administración tiene sus mecanismos, sus particularidades y muchas veces no hay voluntad de colaborar, de trabajar en equipo.
¿Considera que dicha área acoge uno de los ecosistemas más ricos de la Islas?
En cuanto a diversidad de especies es la mejor zona de Canarias. En el último estudio nosotros contabilizamos 175 especies de peces entre Gando y la playa de El Cabrón, y después de ese estudio ya se han contabilizado cinco más. Para hacernos una idea, en la reserva marina de La Graciosa, que tiene unos 70.000 hectáreas, es la mayor de Europa, cuenta con 210 especies. Eso nos da una idea de la importancia que tiene este ámbito. Son muchos los científicos que se han sumado a esta propuesta de reserva marina. Además, como no está protegida, ya se empieza a ver cierta actividad furtiva, cuando los meros empiezan a crecer desaparecen, gente que pesca de forma furtiva por las noches. Hay cierta explotación de los recursos. Uno de los problemas que tiene esta isla es que se puede tirar la caña para pescar en todo su litoral, no hay prohibición de pesca, salvo en los puertos. No hay una zona de descanso en toda la isla, y eso es un problema serio que hay que revisar.
