La Provincia - Diario de Las Palmas

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Universidad Fin de mandato (I)

"Vivo la despedida con serenidad, con la ilusión de iniciar una etapa más familiar"

"El camino está bien marcado, tenemos que definirnos en un entorno global, con los socios adecuados", manifiesta José Regidor, rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

José Regidor García, en la sede institucional de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. JOSÉ CARLOS GUERRA

¿Cómo vive esta etapa de despedida, tras cuatro décadas al servicio de la Universidad?

Con serenidad. He tomado la decisión de cerrar un capítulo y ha sido una iniciativa totalmente personal, tras una reflexión personal. He acortado en seis meses mi mandato como rector, y tengo ilusión por la nueva etapa, que va a ser completamente diferente de lo que he vivido hasta ahora, mucho más personal, familiar. Mi ilusión es quedar en un segundo plano, y estaré a disposición de la sociedad y de la universidad cuando se me pida algo, pero no voy a mantenerme en primera línea como hasta ahora. Quiero pasar desapercibido y tener una última parte de mi vida en la que puedan mantenerme en la intimidad.

De las acciones realizadas durante sus nueve años y medio de mandato, ¿con cuáles se siente más satisfecho?

Decidí presentarme a rector porque concurrió unas circunstancias muy especiales, la obligatoriedad en el año 2010 de adaptarnos al Espacio Europeo de Educación Superior, las universidades públicas españolas nos encontrábamos en una etapa de confusión absoluta, y la ULPGC tenía que empezar prácticamente de cero. Era un reto tremendamente atractivo para la Universidad porque suponía un cambio importante, y aunque fue una tarea compleja y dura, las directrices del gobierno cambiaban de mes en mes, fue gratificante, porque logramos adaptar todos los títulos de la Universidad al EEES. De esta etapa destacaría la iniciativa que tomaron determinadas facultades de innovar por completo la estructura de las titulaciones. La siguiente etapa fue consolidar todo esto y desarrollar lo que fue más complejo y tedioso, los sistemas de garantía de calidad, un elemento evolutivo cuyo fin es hacer las cosas cada vez mejor. Los equipos decanales han tenido que trabajar duramente en este camino, pero lo hemos conseguido.

Precisamente este año culmina la primera evaluación de todos los título de la ULPGC. ¿Está satisfecho con los resultados?

Muy satisfecho porque todos nuestros títulos están siendo evaluados positivamente. A lo mejor no se es consciente de la importancia de esto, pero lo cierto es que si un título no es evaluado positivamente, tiene que desaparecer. Y eso para una universidad sería muy duro.

¿Han tenido alguno en la cuerda floja?

Han habido títulos con mayores dificultades que otros, pero también títulos que en su momento habían perdido la demanda social y hemos conseguido recuperarlos. En Humanidades, por ejemplo, algunos habían perdido atractivo, pero ahora es una satisfacción para nosotros decir que los títulos de Humanidades están todos cubiertos, e incluso algunos están dentro de los de mayor dificultad para entrar en la Universidad, como es el caso de Traducción e Interpretación. Se ha innovado mucho en Lenguas Modernas, Lengua y Literatura Española, Geografía..., y también en Ingenierías como la Naval, Telecomunicaciones o Ingeniería Informática. Aún nos quedan retos, hay que avanzar más, pero hemos dado unos pasos enormemente serios y en la dirección adecuada.

Actualmente sólo cubren el 30% de las plazas de másteres, ¿cómo se enfrentan al reto de mejorar la oferta de posgrado?

Hemos hecho un trabajo muy intenso pero tenemos que seguir profundizando en posgrado tanto en los máster oficiales, los de Bolonia, como en los títulos propios de expertos y másteres, que no tienen el reconocimiento de los títulos Bolonia, pero son oficiales y tienen la ventaja de permitir que sean títulos más dinámicos, que puedan partir de la iniciativa externa a la Universidad. Donde hemos dado otro salto cualitativo es en el doctorado, con la creación de la Escuela de Doctorado, que está permitiendo que sean de alta calidad. Lo que queda pendiente es concienciar a la sociedad de que el doctorado no es una cuestión estrictamente académica, sino otra etapa más de la formación y que los doctores adquieren habilidades y competencias profesionales que los hacen ser particularmente importantes para las empresas. Esto en España no está reconocido pero en otros países los doctores tienen un reconocimiento dentro de las empresas, no sólo moral, sino real. Canarias necesita tener mayor número de doctores y en este sentido la ULPGC ha dado en estos nueve años y medio un salto cualitativo.

Su apuesta por la internacionalización ha sido muy fuerte desde el minuto uno, a pesar de que no siempre ha sido bien entendida por sectores de la comunidad universitaria ¿cómo valora los resultados?

En internacionalización la Universidad de Las Palmas también ha dado un salto cualitativo, y un ejemplo de ello es el papel que estamos jugando en el contexto europeo, asiático, africano y latinoamericano. Hace poco hemos recibido para este curso a estudiantes de los programas de movilidad de 39 países distintos. Esto es así porque los erasmus que han venido hablan de su experiencia. Además tenemos el mismo volumen de estudiantes nuestros que salen fuera, cuando hasta hace poco tiempo pensar en salir de las islas para tener experiencias en el extranjero era algo inviable para la mayoría de las familias. Me parece que estamos dando una experiencia humana y universitaria que vale tanto, e incluso en algunos aspectos puede valer más que la cantidad de datos que puedan aprender en una clase teórica.

¿Cuáles han sido los aspectos más negativos de su mandato?

La primera visión negativa es que si yo tomé la decisión de presentarme a rector porque había un reto nuevo, que era el espacio Europeo de Educación Superior, ese reto llevaba un soporte económico. Yo digo en broma que a mi me engañaron porque cuando yo salí rector era rico y en un año y medio era más pobre que las cucarachas. Sales con una idea de qué puedes hacer y al poco tiempo te ves que no puedes hacer absolutamente nada de lo que tenías pensado, y lo que se ha hecho ha sido con el esfuerzo de toda la comunidad universitaria, en particular, de los equipos decanales y de dirección de las escuelas de ingenieros, que han tenido que trabajar en unas condiciones límites en muchos aspectos. Otra circunstancia negativa fue la paralización de las obras previstas. La mayor pena que tengo, porque ya estábamos a punto de empezar a construir, fue el primer edificio del complejo del área de Humanidades en el Campus de Tafira, y tuvimos que dejarlo porque a mita de curso el Gobierno de Canarias nos retiró los fondos de inversiones. En la última etapa pudimos adaptar el antiguo instituto Santa Teresa como aulario para el área, una de las pocas cosas que han podido aliviar a alumnos, profesores y PAS, que estaban viviendo una etapa lamentable. En estos años hemos avanzado con mucha lucha y esfuerzo para poder captar fondos donde no había y en ese sentido el equipo de gerencia ha hecho una labor extraordinaria.

¿Cuál es la espinita que se le ha quedado?

Hay una espina clavada con el Ministerio de Asuntos Exteriores, porque he visto como en los programas internacionales las universidades europeas, no españolas, están apoyadas por sus gobiernos. Tal es el desamparo absoluto de la universidad española en el entorno internacional de la lengua española, que estamos perdiendo una extraordinaria oportunidad de unirnos a unos países que sienten una vinculación con España más próxima de lo que nos imaginamos. Nos contentamos con que hayan empresas en esos países pero nos olvidamos que unen más los lazos del conocimiento que los de la economía.

En esta nueva etapa que se abre con las elecciones a nuevo rector, ¿hacia dónde cree que debe caminar la ULPGC?

El camino está bien marcado, tenemos que definirnos en un entorno global y tenemos que ir adquiriendo los socios adecuados dentro de esa etapa global. Nuestro plan estratégico, que en estos momentos está vigente, define bastante bien el camino a seguir. Lo que tiene que hacer un plan estratégico es ser evolutivo y en este sentido me siento tranquilo porque tenemos una ruta bien marcada. La mayor debilidad que tenemos es la económica, somos una de las universidades peor financiadas de España, en un entorno peor financiado. Uno de los últimos análisis que se hizo de la financiación de la I+D en España, la región canaria destacaba no sólo porque éramos de las que menos invertíamos, sino porque a diferencia de las más importantes, era donde menos invertía la iniciativa privada. La I+D es un conjunto público-privado en todos los estados del mundo, y en Canarias nos falla por los dos lados, pero sobre todo por la parte de la iniciativa privada. El problema de esto, de llevar tantos años a la cola de la inversión es que es muy complicado avanzar porque cada vez se va haciendo más grande la brecha, las regiones más inversoras en I+D de España crecen, nosotros no. La I+D debe ser una apuesta de Estado, y España está en una situación tal que no hace mucho se creó la Agencia Española de Investigación y a día de hoy no tiene presupuesto.

¿Cómo debe ser el nuevo plan de financiación de las universidades canarias que se está debatiendo en la actualidad con el Gobierno Autónomo?

Nuestra financiación es fundamentalmente pública y las universidades públicas tenemos que rendir cuentas para responder a la misma. Por tanto, el Gobierno de Canarias debe definir qué quiere de sus universidades, porque para eso las paga, por lo que debemos estar inmersos dentro de un plan estratégico canario de universidades de formación de I+D. Ese es el tema que yo creo que falta en estos momentos, no hay un análisis profundo de hacia dónde tenemos que ir. Lo segundo es que ese plan debe tener marcado los objetivos a cumplir, y que haya una bolsa variable de financiación de las universidades, en función del cumplimiento de los mismos, de forma que según el cumplimiento de los compromisos y la ganancia de méritos, tendrán más o menos dinero.

¿El plan también debe contemplar la investigación?

Si, la financiación de la investigación debe estar dentro de la financiación de las universidades. Ahora está en dos consejerías diferentes, y es un error porque la mayor parte de la investigación que se hace en Canarias se hace en las universidades. Dicho esto, seguimos repartiendo la miseria, me dicen que hay que captar talento, ampliar plantillas, ¿pero cómo, con qué dinero? Hay que tener en cuenta que gestiono una plantilla en donde tengo que quitar de un lado para poner en otro, porque no tengo dinero. La sociedad debe saber que con los fondos que nos da el Gobierno de Canarias para capítulo de personal, no pago al personal, no llega, y hay que pagar con los fondos que capto. En este sentido el esfuerzo que hacemos es extraordinario.

¿De dónde procede la mayor parte de esos ingresos captados?

Los institutos universitarios de investigación que hemos desarrollado de una manera importante, están aglutinando la mayor parte de los grupos de investigación competitivos. Como son competitivos, captan fondos fuera de España y con ellos también pueden captar personal, de hecho, un 30% del personal son captados por los fondos de los propios grupos de investigación. Por lo tanto se están haciendo esfuerzos, pero no son suficientes porque estamos partiendo de una debilidad estructural de mucho tiempo. En el tema de la investigación debe haber dos cosas, una buena definición de los objetivos y una agregación y coordinación de los esfuerzos del Gobierno de Canarias en este campo.

¿A qué se refiere?

A que los centros que no son de investigación sino tecnológicos, de desarrollo, de soporte, como el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) o la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), tenemos que buscar mecanismos más eficientes para establecer unos procesos de colaboración entre nosotros.

¿Qué perfil cree que debe reunir el nuevo rector de la ULPGC?

No creo que existan perfiles para rectores, somos personas, cada uno tenemos nuestra personalidad y desarrollamos nuestra labor como podemos, de acuerdo con nuestras características personales, es inevitable. Lo único que le pediría al próximo rector es algo que no hace falta pedir, que es el compromiso con la institución y con la sociedad. Somos rectores de universidades públicas y el compromiso es público, y en ese sentido hay que creer en el valor de lo público y en lo que significa para la sociedad tener unas instituciones como las nuestras, de las que nos tenemos que sentir orgullosos porque cumplen una labor en pro de la sociedad.

¿Qué le ha aportado la universidad a José Regidor?

La universidad en su conjunto, me ha aportado una visión de la universalidad, el valor de la educación, el derecho de las personas a la educación, y el valor del respeto. Si hay un lugar donde las ideas se desarrollan, se defienden, y evolucionan, ese lugar es la universidad, un lugar de encuentro. Y luego el valor de la humildad, el saber que tú no eres nada más que una pequeña parte de un mundo en donde se avanza por la suma de las aportaciones de cada uno, y esto es también muy importante. Lo que si ha hecho es incrementar mi compromiso social, yo no puedo estar donde he estado y ser inmune a lo que está ocurriendo. Y el valor del mestizaje, la especie humana se caracteriza por ser una especie emigrante, lo somos y lo seremos toda la vida, y me llama la atención que ahora los hijos de los emigrantes estén rechazando a los actuales emigrante, eso es algo inaudito. Lo que me ha hecho este período de tiempo es reforzar ese compromiso con la sociedad, la humanidad.

¿Y desde el punto de vista de la docencia?

Me siento un privilegiado porque siempre he tenido ilusión por dar mis clases, por la formación. Como he sido profesor en la Facultad de Medicina durante mucho tiempo, he tenido como alumnos a muchos de nuestros médicos, y para mi es impagable encontrármelos, que me saluden y me digan que siempre se acuerdan de mis clases.

¿Y a partir de ahora?

A partir de ahora es una etapa nueva, que me ilusiona, más personal, más íntima y más familiar, donde mis compañeros de viaje van a cambiar. Es un viaje diferente en el que voy a tener a una compañera que ha estado a mi lado 45 años y que espero que me acompañe muchos más.

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