La diabetes es una patología crónica que se caracteriza por un aumento de la concentración de la glucosa -azúcar- en sangre, una fuente de energía que proviene de los nutrientes. Lo cierto es que para un gran grupo de pacientes la alimentación representa un obstáculo de cara al manejo de esta enfermedad, lo que implica la necesidad de recurrir a los consejos de los expertos para aprender a seleccionar cuáles son los productos más adecuados para seguir una dieta sana y equilibrada. Ante esta realidad, la especialista en nutrición y dietética Garlene Beatriz Zamora, que ejerce sus funciones en la Asociación para la Diabetes de Gran Canaria (Adigran), protagonizará hoy una charla formativa dirigida a los afectados por esta dolencia, con motivo de la conmemoración de su día mundial, que se celebra cada año el 14 de noviembre.

"Las personas que sufren diabetes deben seguir la misma dieta que aquellas que no padecen la enfermedad", apostilla la experta. Para después aclarar que, si bien es cierto que es esencial evitar el consumo de azúcares, "esta recomendación se extiende para el conjunto de la población, con el fin de seguir las pautas de la dieta mediterránea".

En base a las palabras de la profesional, son muchos los diabéticos que se sienten"desplazados", al creer que son solo los afectados por la enfermedad los que deben prescindir del consumo de ciertos alimentos. "Pero no tienen en cuenta que hay productos, como los ultraprocesados, que no son sanos para nadie", dice Zamora.

Alimentos frescos

Por esta razón, la meta que se marca la experta se centra en que, a la hora acudir al supermercado, las personas apuesten por alimentos "frescos" y en ofrecer la orientación necesaria para que puedan "interpretar" correctamente el etiquetado de los alimentos. "Siempre aconsejo ejercer una comparación entre, al menos, dos artículos. Si se trata de un tipo de pan, por ejemplo, es fundamental escoger aquel que concentre la menor cantidad de hidratos de carbono", sostiene.

Haciendo especial hincapié en los afectados por la diabetes tipo 1 -que anula al páncreas su capacidad de producir insulina y, por lo general, aparece en la infancia-, la dietista y nutricionista insiste en que deben "aprender" a llevar el control de su alimentación para poder ajustar las dosis de insulina, teniendo siempre en el punto de mira a las raciones ingeridas de hidratos de carbono y azúcares.

"A estas personas se les ofrece un listado de diferentes alimentos en el que está indicado la equivalencia a una ración de carbohidratos -10 gramos-", explica. Sin embargo, para los individuos de edad más avanzada, las herramientas son más prácticas y se centran en vasos medidores, o bien, en seguir el denominado "Método del Plato", que permite reunir en un recipiente, y en las proporciones adecuadas, todos los alimentos necesarios para llevar una dieta sana y equilibrada. "Esto permite ajustar mejor las dosis de insulina, en función de la cantidad de hidratos que esté presente en el plato", anota Zamora.

Pero la experta va más allá y hace referencia también a los mitos que giran en torno a la alimentación que deben seguir los diabéticos, un tema, que a propósito, se consolidó como el eje central sobre el que giró otra de las ponencias que pronunció el pasado 7 de noviembre. "Uno de los mayores mitos consiste en afirmar que las personas con diabetes no pueden comer frutas como el plátano o la uva. Esto no es cierto, pues pueden hacerlo siempre y cuendo se limite la cantidad. Lo importante es enseñar a los sujetos que si son alimentos sanos y naturales como la fruta, lo fundamental es controlar las raciones que va a ingerir", manifiesta la nutricionista.

Lo mismo ocurre con el azúcar moreno, a la hora de utilizarla como sustituta del azúcar blanco. "Muchos pacientes creen que es un producto más sano que el blanco y, por tanto, está indicado para la diabetes. En realidad, si se tiene en cuenta la influencia en la glucemia, el azúcar moreno actúa prácticamente igual", expresa. "El edulcorante como la sacarina", prosigue, "puede ser una opción si no se abusa a diario de su consumo".

Asimismo, el ejercicio también forma parte de las recomendaciones de los profesionales, sobre todo para los afectados por la diabetes tipo 2 -asociada en gran medida al sobrepeso y a la obesidad-. "La actividad física es tan importante como la correcta alimentación y el descanso", sentencia la profesional de Adigran.