El horizonte de Canarias mejora cada día. Los datos sobre la extensión del coronavirus en las Islas apuntan hacia una recuperación sosegada y constante, que sitúa a la región en una posición privilegiada con respecto al resto del territorio nacional. Uno de los indicadores que aportan luz a la pandemiaes el de las personas que han logrado superar la enfermedad y se han impuesto a la agresividad con la que ataca un virus, que ya a afectado a dos millones de personas en el mundo. En el Archipiélago, el 33,8% de los contagiados que han sido diagnosticados ya tienen el alta médica, el porcentaje más alto de personas recuperadas en la comunidad autónoma desde que comenzó la crisis sanitaria. De los 1.988 casos positivos constatados en Canarias, 673 se han negativizado.

La isla con una mayor proporción de altas es La Gomera, donde el 70% de los contagiados ha logrado ganar la batalla al Covid-19. En Fuerteventura ya tienen el alta el 61% de los afectados. Le sigue El Hierro donde la mitad de los diagnosticados ha superado la enfermedad y Gran Canaria donde ha hecho lo propio el 43,1%. En Tenerife, la isla más castigada por la pandemia, se han recuperado el 30,2% de las personas infectadas. Las islas con los peores datos son Lanzarote y La Palma, que rondan el 24%.

En la última jornada se detectaron 13 nuevos casos en Canaria. Esto supone que la tasa de crecimiento se sitúa en el 0,65%, una de las más bajas de España y el porcentaje menos abultado desde que empezó la crisis sanitaria. Esta cifra confirma la tendencia a la baja que se percibe desde hace, aproximadamente, tres semanas. Se trata de un descenso lento, que da a la curva forma de meseta, y que va acompasado con la tendencia nacional. La tasa de crecimiento medio del Estado es del 2,9%, aunque hay comunidades autónomas como Castilla y León que todavía rozan el 4%.

Por islas, la que más casos acumulados tiene es Tenerife que cuenta con 1.248, por lo que concentra el 63% de los positivos diagnosticados en las Islas. Le sigue Gran Canaria con 470 casos; La Palma con 83; Lanzarote con 79 casos, Fuerteventura con 42; La Gomera con diez casos y El Hierro con cuatro. El Covid-19 afecta a 92 de cada 100.000 habitantes del Archipiélago. Si se tiene en cuenta a toda la población de Canarias, el 0,092% ha contraído el virus.

La modificación de hábitos y de las relaciones sociales han reducido el riesgo de transmisión del coronavirus. El factor que mejor refleja los beneficios que ha aportado el confinamiento es el número reproductivo básico (R0), es decir, el número de personas a las que contagia alguien portador del virus. Por tanto, si este índice es menor de uno significa que la pandemia comienza a remitir. Canarias es la comunidad autónoma con el R0 más bajo de España -0,64-, mientras que hay regiones como Asturias o Extremadura que todavía están por encima del uno. Los epidemiólogos siguen de cerca este registro, junto con otros muchos factores, para decidir en qué momento se podrán empezar a rebajar las medidas de distanciamiento social.

Diez muertos en residencias

Tras el espejismo de dos jornadas sin contabilizar defunciones durante los días festivos de la semana pasada, ha vuelto el dramático goteo de defunciones. En las últimas 24 horas, tres personas han perdido la vida tras contagiarse con Covid-19, por lo que el Archipiélago suma 107 muertos, diez de ellos en residencias de mayores de Tenerife. En esta isla, en total, se han constatado 72 óbitos, 28 en Gran Canaria, cuatro en La Palma y tres en Lanzarote. El 80% de las personas fallecidas eran mayores de 70 años.

Entre el 27 de marzo y el 3 de abril, en el Archipiélago se produjo un exceso de mortalidad del 25,1% sobre el número de fallecimientos estimado, según datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) de España del Instituto de Salud Carlos III.

Hasta ahora, 781 personas han necesitado hospitalización en Canarias y 152 lo han hecho en un servicio de UCI. Además, 447 miembros de los equipos de medicina y enfermería del Servicio Canario de la Salud han contraído el virus.

Los cuatro hospitales de referencia de las islas capitalinas han empezado a dispensar a domicilio la medicación de los pacientes ambulatorios, en su mayoría personas inmunodeprimidas de alto riesgo, como medida para evitar la propagación del Covid-19. Esta labor implica un añadido a lo que ya están viviendo los profesionales de los centros hospitalarios, ya que supone localizar previamente la necesidad individual de cada paciente, hacer la atención farmacéutica telefónica, solicitar su consentimiento para el envío a domicilio, el empaquetado en las condiciones adecuadas y posterior envío de los fármacos.