El 11,8% de los canarios rehusan utilizar mascarilla, a pesar de estar científicamente comprobado que reduce la posibilidad de contagios y es un instrumento más -probablemente el más efectivo hasta que haya vacuna- para controlar la epidemia. La situación, además, no es igual en ambas provincias. Según el informe final encuesta serológica Ene-Covid del Ministerio de Sanidad, la población de Las Palmas es más reacia a utilizarla (14,2% admite no ponérsela), mientras que este porcentaje desciende en Santa Cruz de Tenerife (9,5%).

La situación, en todo caso, ha mejorado en relación a las semanas previas. Según el mismo informe, a mitad de mayo -en el mismo momento en el que el uso de mascarilla se hacía obligatorio- tres de cada diez canarios la olvidaban en casa. La situación mejoró a la semana siguiente, y a principios de junio el porcentaje ya había bajado hasta el 15,6%. En todo el periodo, el nivel de incumplimiento ha sido mayor en la provincia de Las Palmas que en la de Santa Cruz de Tenerife.

"Las mascarillas son clave para protegernos y controlar, disminuir la expansión del virus persona a persona", señala el virólogo de la Universidad de la Laguna (ULL). Agustín Valenzuela, que señala que los "estudios científicos demuestran la utilidad de las mascarillas para proteger tanto a la población en general como al personal sanitario, siendo una herramienta clave para el control de brote y expansión del virus, desde el primer momento, y como han demostrado los países asiáticos frente a SARS (2002-2003), MERS (2015) y H5N1 (varios brotes)". De hecho, investigadores de la Universidad de Oxford, en un análisis publicado en la revista científica The Lancet, insistían en que "como la evidencia sugiere que la Covid-19 se puede transmitir antes de que haya síntomas, la transmisión comunitaria se puede reducir si todo el mundo, incluida las personas que se han infectado pero son asintomáticas y contagiosas, utilizan mascarillas".

Esta teoría también la avala el Centro Europeo de Control de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) que afirma que "usar mascarillas en público puede ser un recurso de control para reducir la propagación de la infección".

La Unión de Consumidores advierte de la existencia de mascarillas "falsas" que no están homologadas y no cumplen con las especificaciones para prevenir la expansión de la Covid-19 por lo que pide a los usuarios que no utilicen este tipo de mascarillas y que denuncien su venta ante las autoridades competentes.

Debido a la escasez de mascarillas en el mercado para hacer frente a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo determinó en la Resolución de 23 de abril de 2020, que de forma excepcional y temporal, en determinados supuestos pudiesen comercializarse mascarillas sin marcado CE reglamentario, en base a normas armonizadas.

Según ha explicado la UCE en un comunicado ayer miércoles, esto ha posibilitado que, bajo determinadas especificaciones técnicas, se considere que algunas mascarillas ofrecen un nivel adecuado de protección conforme a los requisitos de salud y seguridad establecidos en el Reglamento (UE) 2016/425.

Esto ha generado la aparición de mascarillas similares a las FFP2 o FFP3, que en muchas ocasiones no ofrecen eficacia protectora, ha afirmado la Unión de Consumidores, asegurando que la mayoría de estas mascarillas proceden de China.

Por ello la UCE aconseja adquirir mascarillas en farmacias, parafarmacias o comercios de confianza y recuerdae que el Ministerio de Consumo ha editado una útil guía ¿Qué debes tener en cuenta al comprar una mascarilla?.