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Crisis del coronavirus

José del Castillo: "El primer día en planta quise rodear mi cama y me tuve que parar tres veces"

"Estoy tomando medicación para no caer a nivel psicológico, porque ha sido muy duro", indica tras pasar 48 dias en la UCI

José del Castillo: "El primer día en planta quise rodear mi cama y me tuve que parar tres veces"

José del Castillo tiene dos grandes metas en su mente. Volver a correr, "aunque sea a siete minutos el kilómetro", y regresar a su trabajo como Policía Nacional. Dos grandes retos que, a tenor del empeño que le pone este policía de 62 años, no están muy lejos de cumplirse.

Al abandonar el hospital General de Alicante tras permanecer ingresado 75 días, de ellos 48 en la Unidad de Cuidados Intensivos tenía 20 kilogramos menos de los que pesaba cuando entró al enfermar de covid y una importante pérdida de masa muscular. "El primer día que me llevaron a la planta me levanté y traté de rodear mi cama, pero me tuve que parar tres veces".

Del Castillo, que antes del coronavirus jamás había estado enfermo y practicaba mucho deporte, se ha aplicado a fondo para recuperarse físicamente de las secuelas del covid. Tres horas emplea a diario en hacer sus ejercicios, con los que va adquiriendo fuerza. Pablo Navarro, fisioterapeuta, está ayudando a Del Castillo en su rehabilitación.

"Para la recuperación rápida del estado muscular, del equilibrio y de la capacidad para volver a hacer deporte, aplicamos una técnica llamada neuromodulación funcional, que consiste en el abordaje del sistema nervioso mediante técnicas de estimulación percutánea a través de agujas de acupuntura o abordajes transcutáneos para mejorar el estado funcional del sistema nervioso periférico y central para conseguir resultados musculoesqueléticos rápidos y duraderos", comenta Pablo Navarro.

El covid también ha dejado en Del Castillo una bulla de aire y líquido en el pulmón izquierdo, para lo que también está recibiendo sesiones de fisioterapia con el objetivo de no tener que pasar por el quirófano. También su sangre se ha vuelto más espesa, "por lo que tengo que tomar anticoagulantes de última a generación". A nivel psicológico, el virus también ha dejado su huella. "Estoy tomando medicación para evitar caer". De su estancia en la UCI este policía nacional sólo recuerda "las terribles pesadillas que tenía" y el síndrome de abstinencia que le dejó la bajada de los opiáceos con los que estaba siendo tratado. Aún conserva, y se emociona cuando habla de ellos, los whatsapps que le mandaban su mujer y sus hijos dándole ánimos para seguir luchando en aquellos días en los que la familia no podía entrar a verlo por la pandemia.

El 23 de marzo ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos "y el 21 de abril me daban por liquidado. A mi familia le dijeron que moriría en los próximos días". Sin embargo, los médicos descubrieron que tenía un coágulo en el pulmón "y tras disolverlo, remonté". Antes de la pandemia José del Castillo ejercía como interlocutor de la Policía Nacional con los hospitales y los centros de salud. Él mediaba cuando había un conflicto entre pacientes y sanitarios. "Ahora comprendo menos cómo puede haber gente que agreda a los médicos y enfermeros con todo lo que hacen por nosotros", señala Del Castillo. Otro mensaje lanza a quienes no toman las medidas de precaución: "no hay que bajar la guardia, porque esto es muy duro. No se lo deseo a nadie".

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