El volcán de La Palma comienza el mes dos desde el inicio de su erupción del pasado 19 de septiembre con una nueva tregua visible en el avance de las diferentes coladas, que se han ralentizado de manera considerable y la más activa, situada al norte, avanza a apenas dos metros por hora por lo que su llegada al mar se pospone.

Esta situación se produce después de que durante los primeros 30 días el proceso volcánico halla cambiado por completo la fisonomía de 811,8 hectáreas de La Palma, donde 1.956 edificaciones y 288 hectáreas de plantaciones agrícolas han quedado enterradas bajo toneladas de material magmático solidificado.

La evolución sigue siendo una incógnita. Como repitió este lunes Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Pevolca, «el volcán hace lo que le parece oportuno». Por tanto, predecir su comportamiento con exactitud resulta un tanto atrevido incluso para los científico, que monitorizan todo y cada uno de los parámetros posibles. El que más preocupa a los vecinos del valle de Aridane es el avance de las diferentes coladas que durante los últimos días se han ensanchado hasta los tres kilómetros cerca del océano.

En El Paraíso solo queda el rastro de la colada

El Paraíso, donde los vecinos compartían vida con viviendas vacacionales, fue el primer núcleo de población en sufrir el volcán de Cumbre Vieja. La vista aérea deja ver que de sus casas ya no queda ni rastro.

No obstante, el tamaño de la superficie afectada se incrementó durante el pasado fin de semana en 75 hectáreas y se produjo el destrozo de 130 edificaciones, de las que 121 quedaron derruidas en tan sólo siete horas del domingo, según informó el programa europeo Copernicus que se encarga de monitorizar fenómenos naturales. Pese a ello, con el paso de las horas las coladas disminuyeron su velocidad y a mediodía de ayer «las características principales» eran «estabilidad y lentitud», indicó el director de la emergencia.

La más activa se situaba a apenas 160 metros del acantilado de La Costa, en Tazacorte. «La velocidad es muy escasa», declaró Morcuende en rueda de prensa, donde añadió que «no llega ni a dos metros por hora». El informe del Pevolca detalló que de seguir ese ritmo «no se prevé su llegada al mar en el día de hoy [por el lunes para el lector]».

Acerca de la otra lengua de lava, que la pasada semana sepultó el campo de fútbol de La Laguna y que preocupa por su capacidad de destrucción de viviendas del citado barrio en caso de seguir su cauce natural, también ha disminuido su avance y se encuentra prácticamente paralizada. En cualquier caso, el Pevolca no descarta que se produzcan «desbordamientos en cotas superiores».

Adiós al campo de fútbol de La Laguna y el polígono industrial

Una de las imágenes de la pasada semana fue cómo la lava se introducía en el campo de fútbol de La Laguna hasta hacerlo desaparecer al igual que decenas de casas. Antes, engulló el polígono industrial de Los Llanos de Aridane.

Tercera gran tregua

Esta tercera tregua es similar a anteriores que dieron un respiro a los afectados para después reactivarse con virulencia. Ya pasó la primera semana con la lengua de lava que se paró en la entrada del barrio de Todoque para, posteriormente, arrasar primero con la iglesia y días después con prácticamente todas sus viviendas haciendo desaparecer esta localidad palmera bajo las rocas. O la que se produjo a finales de la tercera semana, cuando una nueva fractura en el cono volcánico provocó que la lava sepultara el Polígono Industrial de Los Llanos de Aridane y El Callejón de la Gata.

Todoque, el barrio que desapareció bajo la lava

Todoque ya no existe. El barrio de Los Llanos de Aridane fue uno de los primeros afectados por el volcán y si bien durante una semana resistió al avance de la lava, que se quedó en la rotonda de la carretera principal, la colada finalmente sepultó sus calles.

Aunque se haya producido una ralentización, la sismicidad se mantiene activa en profundidades medias (entre 10 y 15 kilómetros) y altas (más de 20 kilómetros). Hasta las nueve de la noche de ayer se habían detectado más de 85 terremotos, de los que doce habían sido sentidos por la población. El de mayor magnitud (4,6 mbLg) tuvo lugar a primera hora de la madrugada a 36 kilómetros de profundidad en el término municipal de Mazo y se reportó en prácticamente la totalidad de La Palma y parte de La Gomera, y en menor medida El Hierro y el oeste de Tenerife. Este seísmo tuvo una intensidad de IV, que establece que ha sido sentido dentro de edificios y en menor medida en el exterior, pero que no ha generado daños en edificaciones, según la Macroseismic Intensity Scale.

En este sentido, el Pevolca apuntó que el nivel actual de sismicidad indica que es posible que continúen los terremotos sentidos, «pudiendo originar pequeños derrumbes en zonas de pendiente». Aunque, aclaró, «se enmarcan en el mismo proceso eruptivo». Asimismo, sobre la amplitud de la señal del tremor informó de que «se mantiene en valores altos» con «pulsos de intensificación».

La fajana de la playa del Guirre

En el último mes, cientos de plantaciones de plataneras que había entre Tazacorte y Puerto Naos quedaron sepultadas por la lava que ha creado una fajana de más de 30 hectáreas. Las líneas rojas demarcan la superficie de la colada.

Presencia de calima

A la emisión de cenizas por parte del volcán se ha añadido desde el pasado sábado la calima, que ha empeorado de manera considerable la calidad del aire en todo el Archipiélago y, en mayor medida, en la estación de Los Llanos de Aridane. Esto, unido con la brisa del mar que en horas diurnas empuja los gases en dirección a la Cumbre y la inversión térmica que impide que ascienda a mayor altura, hizo que el Pevolca recomendara este lunes a la población de El Paso a realizar un autoconfinamiento entre las 12 y las 21 horas. «No evita hacer una vida normal», declaró Morcuende. Pese a lo cual, recomendó permanecer en el interior de las viviendas y utilizar mascarilla cuando se esté en la calle, las FFP2 «mucho mejor» que las quirúrgicas, dijo.

Asimismo, se han tomado medidas ante la previsión de que en las próximas horas la colada norte recorra los 160 metros que le faltan para alcanzar el mar en la zona de La Costa. Ante la posibilidad de que se emitan gases al contactar con el agua salada y debido a la proximidad con el casco urbano de Tazacorte, la Consejería de Educación decidió que los alumnos de los colegios Juan XXIII y El Puerto, quienes ayer volvieron a retomar las clases un mes después al igual que los más de 4.500 estudiantes y 600 profesores de los centros escolares de Los Llanos de Aridane y El Paso, reciban hoy lecciones on line. Miguel Ángel Morcuende comentó que en función de la evolución también se podría ordenar el confinamiento del casco de Tazacorte y los barrios de San Borondón, La Condesa, Marina Alta y Marina Baja.

La columna de cenizas sigue generando, además, contratiempos en la operatividad del aeropuerto de La Palma. Si bien durante la mañana de ayer volvió a recibir seis vuelos procedentes de Tenerife Norte, Gran Canaria y Madrid después de dos días sin tráfico aéreo, durante la tarde se volvieron a suceder las cancelaciones debido a la calidad del aire. Las previsiones meteorológicas apuntan a que se repitan estos problemas a la mitad de la jornada de hoy, mejorando a partir de la tarde y manteniéndose durante al menos los dos próximos días al volver a predominar los vientos alisios procedentes del noreste.