Siete Palmas se adapta para incluir a las familias de menores con autismo

El CC 7 Palmas se adapta para incluir a las familias de menores con autismo. Desde hoy pasear por el Centro Comercial Siete Palmas en la capital grancanaria, disfrutar de su amplia oferta de actividades para las familias o simplemente ir de compras será más fácil y accesible para las familias con menores con trastornos del espectro autista (TEA), gracias al proyecto liderado por la ingeniera Leticia Ferrera en colaboración con la dirección del citado establecimiento. «Es el primer centro de Canarias en adaptarse para que sea un referente social y convertirlo en un centro inclusivo, accesible y sensible», explica Ferrera, la autora del proyecto que se ha puesto en marcha.

Esto supone un cambio de paradigma en defensa de una sociedad más accesible, inclusiva y sensible para todos que lo sitúa como pionero en las Islas en la inclusión de estas familias que celebran hoy estos cambios el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. «Estamos trabajando para que el Centro Comercial Siete Palmas sea inclusivo y sensible con las familias con niños con autismo. Tenemos que estar todos preparados para el arranque del proyecto que se desarrollará en dos fases», anunció María Medina, subdirectora del centro.

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Pictogramas

La colocación de pictogramas que ayuden a la comunicación de estos menores y sus familias, facilitando la comprensión de lo que les rodea es solo uno de los pasos realizados. Los pictogramas son una herramienta cada vez más utilizada para facilitar la comunicación con personas con TEA, especialmente entre los niños que todavía están desarrollando el lenguaje oral.  

Para ello han contado con el asesoramiento y la implicación del Centro Aragonés para la Comunicación Aumentativa y Alternativa (ARASAAC). De hecho, se han encargado de realizar pictogramas exclusivos para el centro que ya están colocados para crear un espacio cognitivo accesible para que su experiencia en el centro sea lo más agradable posible.

«Es el primer centro en Canarias en adaptarse y será un referente accesible e inclusivo»

La apuesta implica modificaciones en los métodos de comunicación y el espacio físico para adaptarse mejor a las necesidades únicas y especiales de estos menores para hacerles partícipes de la vida social del centro. «La socialización en los niños con autismo está gravemente afectada por la incomprensión hacia temas sociales o porque el contexto no está adaptado. Este proyecto busca que el Centro Comercial Siete Palmas se adapte a ellos y sus necesidades», explica Alejandro Bethencourt, trabajador social de la Asociación Canaria de Personas con Trastornos Generalizados del Desarrollo (Actrade). 

Entre los cambios que se van a realizar está la adaptación de las actividades que se realizan para que puedan participar en ellas y contarán con horas tranquilas en las que se rebajen los estímulos visuales, auditivos y olfativos que puedan afectarles. Unos cambios que son una realidad desde este fin de semana y que llegan para quedarse. «Este proyecto es maravilloso. Estamos encantados con el paso que ha dado el centro y con su papel activo en la inclusión de los menores con trastornos del espectro autista», opina Beatriz Guardiola, psicóloga de Actrade.  

Sala sensorial

El siguiente paso será la creación de una sala sensorial fija a la que puedan acudir cuando los estímulos visuales, auditivos y olfativos no sean los adecuados para estos niños. «De momento contaremos con un espacio sensorial temporal para ellos hasta que podamos complementar esa segunda fase del proyecto en el segundo semestre del año», añade Medina.

Las personas autistas son hipersensibles a los estímulos que perciben en su entorno. Al estar expuestos a una enorme cantidad de información sensorial, como puede ocurrir en un paseo por un centro comercial, pueden llegar a sentirse completamente abrumados.

Se adaptarán las actividades que se hacen y se reducirán los estímulos visuales y auditivos

Este espacio es de vital importancia para que los niños puedan relajarse si la sobrexposición a los diversos estímulos que inundan un centro comercial como el de Siete Palmas les sobrepasa. El proyecto es un proceso que seguirá vivo y abierto a las aportaciones y sugerencias que puedan mejorarlo e implementarlo.

A todo esto se sumó una formación de dos horas que se realizó el viernes 25 de marzo para todos los trabajadores del centro, desde el personal de limpieza o mantenimiento pasando por los miembros de seguridad. 

«El proyecto beneficia a todos los menores no solo a los que cuentan con un trastorno del espectro autista, porque todos entienden lo visual», explica Bethencourt. La formación fue grabada para los empleados que no pudieron acudir a la misma y también se pudo seguir en directo de forma telemática. Alejandro Bethencourt y Beatriz Guardiola fueron los encargados de dar esta charla. En ella los empleados aprendieron cómo actuar ante una crisis de menores con autismo o los mitos y bulos que hay. 

«No es una enfermedad, por lo que no hay cura. Algunos expertos hablan de condición porque perdura toda la vida. En cada uno de ellos es diferente. Intervienen 200 genes que se relaciona entre sí, de ahí esa amplia variedad entre cada caso», subraya Guardiola.

El proyecto es un proceso que seguirá vivo y abierto a las aportaciones y sugerencias

Para la psicóloga infanto juvenil Yésica Rodríguez, con 17 años de experiencia profesional, la sociedad está cada vez más sensibilizada con el autismo. 

«Son menores que tienen dificultades y que no pueden hacer cosas que hacen otros niños sobre todo socialmente, a nivel comunicativo. Los profesores y las familias están cada vez más sensibilizadas. Se está luchando para que hayan cada vez más diagnósticos precoces para garantizarles una buena calidad de vida», explica. 

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Recalca que hace falta más formación, sobre todo de profesionales especializados en autismo, y una mayor concienciación de la población. Este proyecto supone un paso hacia esa integración.

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