El aumento de casos de la enfermedad por hígado graso inquieta a los médicos de Canarias

La patología es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer en el órgano - Los expertos insisten en la importancia de apostar por hábitos de vida saludables

La doctora Idaira Fernández en su consulta del Hospital Vithas Las Palmas.

La doctora Idaira Fernández en su consulta del Hospital Vithas Las Palmas. / Andrés Cruz

La acumulación de grasa en el hígado aumenta el riesgo de padecer cáncer en el órgano. «Hemos observado en las consultas que los casos de la enfermedad por hígado graso están aumentando. Los médicos siempre advertimos a los pacientes de los riesgos que tiene para la salud padecer esta patología, sin embargo, es frecuente que no le den la suficiente importancia y que le presten atención cuando ya es demasiado tarde», advierte la doctora Idaira Fernández, especialista en Aparato Digestivo en el Hospital Vithas Las Palmas y en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.

Y es que la enfermedad hepática grasa suele ir de la mano del sedentarismo y de malos hábitos alimenticios. De ahí, la necesidad de cambiar estas rutinas. «Es común en pacientes obesos o con diabetes mal controlada. Desgraciadamente, no disponemos de un tratamiento para abordarla, por lo que la única opción es apostar por hábitos de vida saludables», asevera.

Incremento de la mortalidad

Según un análisis global publicado recientemente en la revista científica Journal of Hepatology, en 2040 los fallecimientos por cáncer de hígado habrán aumentado en más de un 55%. Atendiendo a las estadísticas de 2020, esta neoplasia estuvo entre las tres principales causas de muerte por cáncer en 46 países y entre las cinco primeras en otras 90 naciones. De hecho, ese mismo año fueron diagnosticados unos 905.700 nuevos casos en el mundo y se registraron 830.200 decesos. No obstante, en base a la información que maneja la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), entre enero y mayo de 2020, los tumores malignos del hígado y de las vías biliares intrahepáticas fueron la octava causa de defunción por neoplasias en el territorio nacional

Tal y como indica la doctora Fernández, el cáncer de hígado acontece en más de un 90% de las ocasiones cuando el órgano ya se encuentra dañado. A pesar de que existen varios tipos de tumores, el más frecuente es el hepatocarcinoma, que representa el 95% de los cuadros clínicos que se diagnostican.  «Afecta en mayor medida a los hombres, pero cada vez está aumentando más la incidencia en la población femenina. La edad media de los pacientes ronda entre los 50 y los 60 años», anota la especialista. 

El 95% de los cánceres de hígado que se detectan corresponde a un hepatocarcinoma

Otros factores que pueden favorecer la aparición de la patología son el consumo excesivo de alcohol, la ingesta de esteroides anabolizantes, la hepatitis viral no controlada y dolencias como la cirrosis biliar primaria o la hemocromatosis. «Hasta hace poco más de una década, el cáncer de hígado era muy frecuente en pacientes con hepatitis C en los que había fracasado los tratamientos. En la actualidad, como este virus ya está en vías de erradicación, la situación ha cambiado», recuerda. 

Ahora bien, ¿cuál es la sintomatología que puede alertar de la presencia de esta patología oncológica? Aunque al principio puede cursar de forma silente, a medida que la enfermedad avanza los aquejados pueden experimentar ictericia –coloración amarilla en la piel y en las membranas mucosas–, sensación de picor en el cuerpo y un aumento del tamaño del órgano y del perímetro abdominal como consecuencia de la acumulación de líquido. Sin embargo, en el listado figuran otros síntomas que son comunes a otras enfermedades oncológicas como pueden ser la apatía, la inapetencia o la pérdida de peso llamativa en poco tiempo sin hacer cambios en la alimentación o en los hábitos. 

El pronóstico de los pacientes es favorable si se detecta de forma precoz. En función del estadio del cáncer existen varios tratamientos. «Podemos recurrir a la cirugía para hacer la resección del segmento del hígado que está afectado o al trasplante hepático en estadios iniciales. En estadios intermedios, a la quimioembolización –que consiste en administrar quimioterapia a través de los vasos arteriales–, o bien a la ablación por radiofrecuencia –una técnica que permite quemar la zona en la que se encuentra el tumor–», señala Idaira Fernández.

La quimioterapia sistémica, en cambio, está indicada para alargar la supervivencia de los enfermos que se encuentran en estado terminal. En estadios avanzados, la esperanza de vida oscila entre los seis meses y el año.

Los peligros del alcohol

El cáncer de hígado, cuya incidencia está evolucionando, ya representa el 2,3% de todos los tumores y es el sexto en prevalencia en España. Hay que señalar que esta neoplasia es la segunda que más años de vida resta a la población y que además puede experimentar un gran crecimiento asociado a la obesidad y a un consumo de alcohol que comienza cada vez a edades más tempranas. De hecho, el alcohol está detrás de más del 60% de los casos de cáncer de hígado. Por esta razón, la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) se ha marcado el objetivo de concienciar a los jóvenes sobre el peligro que tiene consumir esta sustancia en exceso. Cada año se diagnostican en España 6.600 nuevos casos, pero casi la mitad corresponde a pacientes con la enfermedad en un estadio muy avanzado. Los expertos aseguran que si la patología se diagnosticara en sus primeras fases, estos pacientes multiplicarían hasta por cinco sus posibilidades de supervivencia.| E. Press

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