Entrevista | José Luis Carrasco Presidente de la Sociedad Española de Trastornos de la Personalidad

José Luis Carrasco: «El trastorno límite de la personalidad no es crónico y se puede curar»

«El 70% de los pacientes intenta suicidarse en algún momento y el 10% lo acaba logrando», afirma

El doctor José Luis Carrasco, durante una pausa del congreso.

El doctor José Luis Carrasco, durante una pausa del congreso. / LP/DLP

El doctor José Luis Carrasco participa en el<strong> XIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trastornos de la Personalidad</strong>, que acoge hasta este sábado el Palacio de Congresos de Canarias. Tal y como indica el facultativo, este problema de salud mental contempla un esquema de actuación muy distinto al de otras patologías por la sintomatología que experimentan los pacientes. No obstante, la enfermedad se puede curar. 

¿Por qué se caracteriza el trastorno límite de la personalidad?

El trastorno límite de la personalidad se caracteriza por una inestabilidad en el estado de ánimo, la afectividad y las relaciones vitales. Esto lleva a los afectados a realizar intentos de suicidio, a autolesionarse y a consumir drogas de forma impulsiva. 

¿Cuándo suele debutar?

Es frecuente que empiece a manifestarse a edades jóvenes. De hecho, es habitual es que aparezca durante la adolescencia o después de este período. No obstante, en algunos casos no aparece hasta llegar a edades más avanzadas porque durante un tiempo prolongado el paciente ha tenido estabilidad en su vida, ya sea en una relación de pareja o en el trabajo. 

¿Cómo se puede diagnosticar?

La forma de presentación suele ser en forma de autolesiones, algún intento de suicidio, muchas conductas impulsivas, ataques de ira y trastornos del comportamiento de tipo impulsivo-agresivo en el ámbito familiar o en otros entornos. Más allá de esto, es fundamental explorar para detectar la presencia de otros síntomas como la inestabilidad vital, la desesperanza o el miedo a ser abandonado. 

La mayoría de las personas diagnosticadas son mujeres. ¿Existe una explicación que aclare la diferencia entre sexos?

Esto es muy llamativo y no deja de tener un poco de enigma. En realidad, la mayoría de las diagnosticadas son mujeres porque la forma de expresión del trastorno es más común entre la población femenina. Ahora bien, cuando se hacen estudios en la población general y se pasan entrevistas para detectar cuántas personas han recibido el diagnóstico, descubrimos que no existen diferencias entre hombres y mujeres. Y es que los varones afectados por el trastorno límite de la personalidad suelen recurrir mucho a las drogas para huir de los problemas porque tienen menos capacidad de expresión emocional y para pedir ayuda. Esto hace que la enfermedad se camufle durante un tiempo, pues suelen ser diagnosticados de un trastorno de consumo de drogas. 

¿Hay factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de este trastorno?

Sí, aunque todavía no los conocemos todos. Sin embargo, sabemos que intervienen factores hereditarios, el hecho de haber recibido una educación negligente o malos tratos en la infancia, los abusos sexuales, el acoso escolar y el consumo regular de drogas.

¿Qué tratamiento deben recibir los afectados?

Al igual que sucede en el resto de trastornos, hay formas graves y leves. Por suerte, en la actualidad la mayoría de los casos no son graves y con un buen tratamiento los pacientes salen adelante. En los momentos en los que hay mucha intensidad sintomática, es necesario pautar una medicación que sirva para estabilizar las emociones y mejorar el estado de ánimo. A esto se suma la psicoterapia, que es imprescindible en todos los casos. Hay que señalar que si el tratamiento se aplica de forma precoz y no existen factores que compliquen el abordaje, los pacientes suelen responder muy bien. Lo cierto es que estamos ante un trastorno que requiere muchos recursos, pero la capacidad del sistema sanitario público es limitada. Y es que la terapia es bastante prolongada e intensiva, pues es un problema de salud mental de orden mayúsculo que se puede juntar con otras comorbilidades. También es importante aclarar que no es una enfermedad crónica y que se puede curar. 

¿Han aumentado los casos a raíz de la irrupción de la pandemia de coronavirus?

Sí. Tan es así, que ahora en las Urgencias nos encontramos con el doble de casos de intentos de suicidio en jóvenes que antes. El hecho de haber pasado mucho tiempo en casa, desligarse de las amistades, la reactivación de problemas que no estaban a la vista y el contexto de incertidumbre han pasado factura.

¿Cuáles cree que son los principales retos que deben asumir los profesionales de la Psiquiatría para abordar aún mejor este trastorno?

Lo principal es formarse, pues no basta con contar con conocimientos generales. Se trata de un trastorno que tiene un esquema de actuación distinto al de otros trastornos y que contempla una relación más compleja con los pacientes. Por tanto, es imprescindible que los profesionales estemos muy bien preparados para emprender las mejores actuaciones en todos los casos. 

A su juicio, ¿cuáles son los temas más candentes de este congreso?

Estamos tratando muchísimos temas interesantes, pero yo destacaría el modelo de actuación para acercarnos a los pacientes, las nuevas técnicas de la autorregulación emocional, las comorbilidades y las acciones destinadas a evitar los suicidios. En este sentido, cabe destacar que el 70% de los pacientes con trastorno límite de la personalidad intenta suicidarse en algún momento, y que el 10% de todos ellos lo acaba logrando. 

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