Así es la 'Teoría de los Seis Grados' que afirma que los humanos estamos todos relacionados

En un mundo con una población que supera los 8.000 millones de personas, según el informe de Perspectivas de la Población Mundial de la ONU, la idea de que cualquier individuo puede estar conectado con otro a través de solo seis intermediarios ha fascinado a la sociedad durante décadas. Ahora, un equipo internacional de matemáticos ha sometido a prueba esta famosa teoría y los resultados son sorprendentes.

La 'Teoría de los Seis Grados de Separación'

La teoría de los seis grados de separación sugiere que, eligiendo al azar dos personas en el mundo, es posible rastrear una conexión social que las una en tan solo seis pasos. Esta idea fue propuesta por el escritor húngaro Frigyes Karinthy en 1929 en su novela corta "Cadenas". Karinthy argumentaba que el avance de las tecnologías de comunicación y transporte había "encogido" el mundo, lo que llevaba a la hipótesis de que dos personas al azar podrían estar conectadas a través de un máximo de cinco intermediarios, lo que resultaría en seis grados de separación.

El profesor Stanley Milgram de la Universidad de Harvard llevó a cabo un experimento en la década de 1960 que respaldó esta teoría. Envió paquetes con instrucciones para atravesar círculos sociales específicos hasta llegar a su destinatario designado, y las cartas lograron llegar en aproximadamente seis intercambios. Esto confirmó la hipótesis de los seis grados de separación.

El nuevo estudio y los Seis Grados de Separación

Un equipo de científicos de Israel, España, Italia, Rusia, Eslovenia y Chile ha realizado un estudio que examina el equilibrio dinámico del comportamiento humano en la formación y mantenimiento de conexiones sociales. Su investigación, publicada en la revista Physical Review X, arroja luz sobre por qué se necesitan tan pocos pasos para conectar a dos personas en el planeta.

El estudio revela que los seis grados de separación se deben a cómo construimos nuestras redes sociales y al esfuerzo necesario para mantenerlas. Según los científicos, cada individuo en la red actúa de manera independiente, sin tener conocimiento o intención sobre la red en su conjunto. La necesidad de ampliar redes y formar conexiones beneficiosas lleva a la formación de caminos sociales centrados en el número seis.

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"Probamos teóricamente que cualquier red donde los nodos se esfuerzan por aumentar su centralidad formando conexiones si y solo si su costo es menor que el beneficio tiende a evolucionar hacia un estado mundial ultrapequeño dotado de la propiedad de seis grados de separación, independientemente de su estructura inicial", explican los autores del estudio.

Estos resultados respaldan la noción de que vivimos en un mundo globalizado, donde las redes sociales y la búsqueda de conexiones son fundamentales en la vida cotidiana de las personas. La teoría de los seis grados de separación, que ha fascinado a generaciones, continúa siendo una realidad en la era moderna, demostrando que estamos más conectados de lo que podríamos imaginar.