Las terapias dirigidas elevan hasta en un 30% la supervivencia en el cáncer de mama

Las nuevas terapias dirigidas han mejorado el pronóstico de casi todos los tipos de tumores de mama, incluso en aquellos casos en los que la enfermedad está en fase metastásica. De hecho, en los cuadros menos favorables, el tratamiento ha logrado aumentar la supervivencia hasta en un 30%. Así lo pone de manifiesto la doctora Beatriz Pinar, jefa de sección del servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín. «Algunas terapias dirigidas se llevan empleando desde hace años, pero ahora contamos con un abanico mayor que ofrece mejores respuestas a largo plazo», precisa la facultativa, con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, que se celebra este jueves. «Hay que tener en cuenta que el tratamiento sistémico antes estaba más limitado en las pacientes con tumores hormonodependientes. En la actualidad, gracias a una serie de moléculas especiales, estas mujeres presentan una mejor evolución», agrega.

Ahora bien, en ocasiones, es necesario combinar estas terapias con la radioterapia estereotáctica corporal (SBRT) –que administra dosis de radiación muy precisas– . Un ejemplo lo ponen las mujeres aquejadas de cáncer de mama metastásico. «Así, podemos tratar de forma radical las lesiones en las pacientes oligometastásicas –aquellas que presentan un número reducido de metástasis– , lo que también mejora el pronóstico y la supervivencia», detalla la especialista. 

La tasa de participación en el cribado baja del 72 al 65% en un año

Pero, ¿por qué se caracterizan las terapias dirigidas? Básicamente, por estar enfocadas hacia un tipo de moléculas que expresan las células tumorales. «De este modo, evitamos que las células cancerosas se sigan expandiendo y podemos destruir las células malignas», anota la doctora Pinar.

Hay que señalar que el manejo del cáncer de mama triple negativo también ha experimentado avances en los últimos años por la innovación que se ha producido en las terapias sistémicas y en los esquemas de tratamiento. Además, ha habido progresos en el campo de la radioterapia, lo que ha conseguido optimizar los resultados clínicos y la calidad de vida de las pacientes. «Lo cierto es que los nuevos equipos y las nuevas tecnologías nos permiten tratar a todas las pacientes con cáncer de mama con mejor tolerancia y en un tiempo menor», señala la responsable del citado servicio.

No obstante, la profesional insiste en que la mejor herramienta para tratar esta patología oncológica es la prevención. Por esta razón, hace hincapié en la importancia de seguir una alimentación saludable, hacer ejercicio físico, evitar el tabaquismo y palpar las mamas, al menos, una vez al mes. Asimismo, anima a la población diana a someterse a las mamografías. «El diagnóstico precoz es fundamental. Esto nos da la posibilidad de detectar más tumores en estadios iniciales y, por tanto, de aumentar la cifra de mujeres que logra curarse», asevera la experta, que además informa de que la mayoría de las neoplasias de mama que se detectan se engloban dentro del grupo de los denominados tumores luminales, que tienen un mejor pronóstico.

Según comunicó este miércoles la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, en el transcurso de 2022 se realizaron 98.156 mamografías, 17.426 menos que el año anterior, que concluyó con 115.582. Del total de exploraciones, 4.552 necesitaron seguir un estudio en centros hospitalarios de referencia –21 menos–. Como resultado, fueron detectados 606 casos de cáncer, 20 menos que en 2021. Sin embargo, ese año la tasa de participación en el programa de cribado se situó en torno al 72%, mientras que los últimos datos reflejan que la cifra se redujo a un 65%. 

Desde el departamento del Ejecutivo autonómico recuerdan que el programa de diagnóstico precoz cuenta con una decena de unidades fijas y, desde 2002, con una unidad móvil que se desplaza por todo el Archipiélago para llegar a las zonas de difícil acceso. 

La población diana que está llamada a participar en la iniciativa la componen las mujeres con edades comprendidas entre los 50 y los 69 años. La citación se realiza a través de cartas censadas en los diferentes municipios.  

Para llevar a cabo las pruebas, las distintas unidades cuentan con equipos de alta tecnología que permiten obtener una imagen de mejor calidad y potencian la capacidad de ajuste a la hora de hacer los informes. A esto se suma que el sistema informático aporta a los radiólogos un software de apoyo a la lectura que les concede un mayor grado de seguridad. 

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