Canarias defiende ante Bruselas el «santuario» de biodiversidad marina

Loro Parque Fundación, la ULPGC y la ULL exponen en el Parlamento Europeo las investigaciones que avalan la máxima protección en aguas de la Macaronesia

Antonio Fernández  (segundo por la derecha) durante su exposición ante los parlamentarios europeos.

Antonio Fernández (segundo por la derecha) durante su exposición ante los parlamentarios europeos. / LP/DLP

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

La ciencia canaria ha defendido ante el Parlamento Europeo la declaración de un «santuario» de la biodiversidad marina de la región de la Macaronesia, un proyecto promovido por Loro Parque Fundación con la colaboración de las Universidades de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y de La Laguna (ULL). Bajo el paraguas de esta iniciativa, la semana pasada, entre los días 24 y 27 de octubre, un grupo de investigadores expusieron en Bruselas los estudios que avalan la creación de figuras de máxima protección en las zonas oceánicas más ricas en biodiversidad de Canarias, Azores, Madeira y Cabo Verde.

Esta iniciativa se enmarca dentro de los actos por la protección de la biodiversidad en Europa, donde la delegación científica canaria tuvo un destacado papel, con acciones encaminadas a visibilizar y concienciar sobre el efecto de las acciones humanas y el cambio climático en la biodiversidad amenazada de Canarias. Bajo el lema Del rojo al verde -From red to green-, Loro Parque Fundación, a través de Javier Almunia, presentó el proyecto dirigido a conseguir la creación de un santuario de biodiversidad marina en las aguas de la Macaronesia, iniciado hace cuatro décadas, y a través del cual se han impulsado importantes investigaciones en colaboración con las dos universidades públicas canarias. «Hemos presentado datos sobre la biodiversidad marina con el objetivo de impulsar zonas de alta protección en la Macaronesia Atlántica, región ultraperiférica y puerta sur de Europa, donde se quiere proteger las áreas marinas más ricas en biodiversidad, de forma que podamos reducir las amenazas y pasar del rojo al verde, emulando el semáforo de la biodiversidad», indicó el catedrático de Patología Animal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Antonio Fernández.

Antonio Fernández solicita la extensión geográfica de la moratoria del uso del sonar militar que ha evitado varamientos masivos de zifios desde 2004

El investigador del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la ULPGC defendió en el Parlamento Europeo, el 27 de octubre, el éxito de la moratoria en Canarias del uso del sonar militar, fruto de las investigaciones que ha liderado desde hace más de 20 años, a raíz del varamiento de zifios en Fuerteventura y Lanzarote en 2002. Asimismo solicitó la ampliación de dicha moratoria a otras áreas de la Macaronesia «que constituyen un reservorio único para la vida marina». Fernández expuso el seguimiento en Canarias y en otras partes del mundo de varamientos asociados a maniobras con uso del sonar durante los últimos 20 años, concluyendo el éxito de la moratoria en Canarias como referencia mundial de la conservación de la fauna frente al uso del sonar antisubmarino, basada en datos científicos. Y advirtió del grave problema para los cetáceos, y particularmente para los zifios, debido a la amplia militarización de los océanos. A continuación, Javier Almunia junto a representantes de la región macaronésica, hicieron una declaración apoyando esta extensión geográfica de la moratoria.

Presentan en Europa la red VIGIA del Gobierno de Canarias de vigilancia sanitaria de la fauna silvestre

«Desde 2004, que se pone en marcha la moratoria anti-sonar en Canarias, no han habido más baramientos masivos de zifios asociados a maniobras militares. De ahí la importancia de extender esa medida a otras zonas de Azores, Madeira o Cabo Verde con una alta biodiversidad, sobre todo cetáceos y, particularmente, zifios, por ser los que tienen mayor sensibilidad a la utilización del sonar». El investigador puso en valor el concepto de One Health -Una sola salud-, que conecta la sanidad animal, humana y ambiental, y define el espíritu del IUSA. «En este caso a través de la sanidad ambiental vamos a proteger la sanidad animal y la salud humana», concluyó.

La comisión liderada por Almunia, presentó los resultados del proyecto CanBio; la red VIGIA del Gobierno de Canarias como Red de Vigilancia Sanitaria de la Fauna Silvestre dentro de la Red Internacional de detección de causas naturales y antrópicas que afectan a este patrimonio natural; y propuestas de acción desde los centros veterinarios y parques como catalizadores de la aplicación de conocimiento en la conservación de la fauna, en y desde, cualquier parte de mundo. Asimismo se expuso la iniciativa BuoyPAM, de la ULL, sobre el impacto del ruido submarino en la biodiversidad marina, mediante un sistema de monitorización acústica pasiva de diseño abierto y bajo consumo, integrado en una red de boyas oceanográficas.

Alberga el 84% de las especies que viven en el Atlántico Norte

El santuario de biodiversidad marina en la Macaronesia, supondría la protección y defensa de un área de biodiversidad que es un verdadero paraíso de vida marina. Entre Canarias, Cabo Verde, Azores y Madeira se albergan 32 especies de cetáceos, lo que implica el 84% de las especies que se pueden encontrar en el océano Atlántico Norte. Además, por su ubicación, la zona es de especial relevancia en las migraciones y movimientos de poblaciones marinas. Esta acción se produce en un momento clave, después de la aprobación por parte de la ONU del Tratado de Alta Mar, para la preservación de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos marinos más allá de las aguas jurisdiccionales. La sanción de esta norma, a la que se prevé que se sumaran los 60 países requeridos en 2024, supondrá un salto cualitativo de gran trascendencia en la protección de la biodiversidad marina ya que permitirá la creación de zonas protegidas en aguas internacionales. En este sentido, el santuario de biodiversidad marina de la Macaronesia, podría ser uno de los primeros proyectos que se presenten dentro del Marco del Tratado de Altamar. «Esto representa una oportunidad única para preservar la enorme biodiversidad marina de las amenazas del siglo como la minería submarina o la pesca industrial», indicó Javier Almunia, director de Loro Parque Fundación y coordinador de CanBio. | M. J. H.

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