Las terapias biológicas mejoran la calidad de vida de los pacientes con lupus

Estos tratamientos solo se aplican cuando la enfermedad se encuentra en fases precoces

La afección hace que el sistema inmunitario ataque a las células 

La doctora Sagrario Bustabad en el 50º Congreso de la SER.

La doctora Sagrario Bustabad en el 50º Congreso de la SER. / LP/DLP

Las terapias biológicas que han surgido en los últimos años han logrado mejorar la calidad de vida de los pacientes con lupus eritematoso sistémico en fases precoces. Así lo pone de manifiesto Sagrario Bustabad, presidenta de la Sociedad Española de Reumatología (SER). «Por suerte, la industria farmacéutica está apostando por esta enfermedad. No solo se han desarrollado fármacos, también se están llevando a cabo ensayos clínicos para tratar esta patología de una forma más personalizada», explica la facultativa. Estos tratamientos, que de momento son muy limitados, se pueden administrar por vía subcutánea o intravenosa y ya han demostrado eficacia y seguridad.

Hay que señalar que el manejo de esta afección cuenta con un arsenal clásico de corticoides, inmunodepresores como la ciclofosfamida y antipalúdicos como la hidroxicloroquina. Ahora bien, estos tratamientos pueden provocar importantes efectos secundarios. «Los corticoides, por ejemplo, son muy buenos para controlar la enfermedad, pero hay que administrarlos durante el menor tiempo posible. Los nuevos fármacos nos están permitiendo reducir las dosis y evitar complicaciones», anota la especialista.

Este viernes se celebra el Día Mundial del Lupus, una patología que cobra especial protagonismo en el 50º Congreso de la SER, que acoge hasta el domingo el Palacio de Congresos de Expomeloneras. Pero, ¿por qué se caracteriza esta afección? Tal y como explica Bustabad, se trata de una enfermedad autoinmune sistémica que hace que el propio sistema inmunitario ataque a las células y a los tejidos sanos. Existen cuatro tipos: el lupus eritematoso cutáneo, el neonatal, el inducido por medicamentos y el eritematoso sistémico. Este último es el más prevalente y requiere un abordaje multidisciplinar. «Los pacientes crean lo que denominamos autoanticuerpos. Esto no solo afecta a las articulaciones, también puede causar daños en la piel y en órganos como los pulmones, los riñones, el corazón o los ojos», detalla.

Sintomatología

La sintomatología que experimentan los aquejados es muy variada. Tanto es así, que en los casos más leves, el lupus eritematoso sistémico puede debutar produciendo fiebre, lesiones cutáneas o articulares, cuadros de cansancio y una disminución del número de plaquetas. En las formas más graves, el paciente puede requerir ingreso como consecuencia de una hemorragia pulmonar. «La detección comienza en Atención Primaria, pues los médicos de cabecera tienen conocimientos para sospechar de la presencia de la enfermedad. El siguiente paso es derivar al paciente a Reumatología», comenta la presidenta de la SER. 

Para realizar el diagnóstico es necesario practicar una analítica completa y una prueba para detectar la existencia de unos anticuerpos específicos que son determinantes para confirmar el cuadro clínico.

Aunque aún se desconocen las causas del lupus, se ha demostrado que existe cierta predisposición genética a desarrollarlo. «Sabemos que el sol puede activar en algunos casos este fondo genético, pero también se habla de factores hormonales. Y es que la mayoría de las personas afectadas son mujeres en las que la enfermedad se manifestó entre los 25 y los 45 años», señala la reumatóloga.

Según los datos que maneja la SER, esta patología afecta al 0,21% de la población española, lo que se traduce en más de 75.000 aquejados. Con el fin de describir a los pacientes, caracterizarlos y estimar la prevalencia de la afección, la agrupación puso en marcha desde 2012 el Registro de Lupus Eritematoso Sistémico de la Sociedad Española de Reumatología (Relesser), donde figuran más de 4.000 pacientes. «Sin duda, está generando muchos conocimientos sobre la enfermedad, los subgrupos y el pronóstico en España. Además, se ha consolidado como el más potente de Europa», asegura el doctor Íñigo Rúa-Figueroa, médico adjunto al servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín y uno de los líderes de este proyecto. 

Cabe recordar que el Hospital Doctor Negrín se posicionó desde 2021 como uno de los centros de referencia en la producción científica del lupus eritematoso sistémico a nivel nacional. El servicio de Reumatología tiene abierta una línea de investigación sobre la patología y promueve los ensayos clínicos. Asimismo, ha participado en más de 80 publicaciones internacionales. «También contamos con una consulta monográfica de pacientes en la que hay más de 400 personas en seguimiento y con un programa educativo dirigido a los afectados que corre a cargo de una enfermera especializada. Este hospital puede presumir de una amplia trayectoria clínica, asistencial y de investigación en este campo», concluye el especialista. 

Un reto para los reumatólogos

«Uno de los grandes retos que tenemos los reumatólogos es lograr que el lupus eritematoso sistémico entre en remisión y que los pacientes lleven una vida normal, a pesar de tener que seguir en tratamiento», apostilla Sagrario Bustabad, presidenta de la Sociedad Española de Reumatología (SER). Con motivo de la celebración del Día Mundial del Lupus, la agrupación ha instalado carteles divulgativos en el aeropuerto de Gran Canaria. Además, este viernes se desarrollarán acciones informativas en los dos grandes hospitales de la Isla, en el Paseo de Las Canteras y en Maspalomas. «Para nosotros es muy importante que las personas estén informadas para poder detectar la patología de la forma más temprana posible. Al igual que sucede con el resto de enfermedades, el diagnóstico precoz es fundamental», asevera la facultativa. | Y. M

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