Cada vez encajan más las piezas de la investigación sobre lo que lo sucedió en la madrugada del lunes en el incendio de una vivienda en la localidad madrileña de Colmenar de Viejo, en el que falleció un hombre de 45 años, natural de Granadilla de Abona (Tenerife), identificado como Humberto Pomar García.

Presuntamente fue su mujer quien colocó estratégicamente varios bidones de combustible por distintos puntos de la casa, en la que residían ambos, con el fin de provocar el incendio y así intentar asesinar a su marido. Esto motivó que la Guardia Civil la detuviera ayer, con la imputación de sendos delitos de asesinato, incendio, omisión del deber de socorro y contra la seguridad de tráfico, pues, además, la acusada intentó suicidarse empotrando su coche contra un camión tras cometer el resto de actos delictivos. Los acontecimientos sucedieron sobre las 00.40 horas del lunes. Varios vecinos avisaron a los servicios de emergencias tras escuchar sucesivas explosiones en una vivienda de la urbanización Punta Galeano de Colmenar Viejo.

A su llegada al lugar de los hechos, los Bomberos de la Comunidad de Madrid se encontraron al fallecido, Humberto Pomar García, que se hallaba inconsciente en una de las habitaciones de la vivienda. Los sanitarios del Summa intentaron reanimarlo, pero sin éxito, ya que presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en el 50 % de la superficie de su cuerpo. Tan solo diez minutos más tarde, la mujer de la víctima sufrió un accidente de tráfico en la A-1, a la altura del kilómetro 64. El vehículo que conducía había dado varias vueltas de campana hasta quedar volcado sobre la mediana.

Tras la inspección ocular la policía descartó que se trate de un suicidio pactado por el ma- trimonio y quedó claro que el siniestro fue provocado. Humberto Pomar García pertenecía a una conocida familia de Gra-nadilla. Su abuelo había sido alcalde del municipio.