Tribunales

Condenada en Zaragoza por morder a un policía al tragarse un cogollo de marihuana

Esta joven de 21 años reconoce los hechos y acepta una pena de seis meses de cárcel

Trató de deshacerse de la droga cuando le identificó una patrulla

Un vehículo de la Policía Nacional.

Un vehículo de la Policía Nacional. / EP

A. T. B.

Los nervios exhibidos durante las identificaciones policiales levantan sospechas entre los agentes como un indicio fundamental de la tenencia de sustancias estupefacientes. Como este tipo de intervenciones finaliza siempre con cacheos superficiales, con la incautación de los ilícitos y con la detención de quienes los llevan consigo, una joven zaragozana no dudó en intentar tragarse un cogollo de marihuana al mismo tiempo que un policía nacional hacía todo lo posible por evitarlo hasta tal punto de que recibió un mordisco en la mano. El miércoles pasado, N. M. L. (España, 2002) reconoció los hechos ante el Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza y aceptó una pena de seis meses de cárcel como autora de un delito de atentado a agente de la autoridad.

Estos fueron los términos del acuerdo alcanzado entre el ministerio fiscal, la defensa y la acusación particular a cargo del letrado Marco Antonio Navarro en representación del sindicato Jupol. La sentencia de conformidad, que fue dictada in voce por la jueza María José Alegre, también recoge el pago de una multa de 90 euros a razón de tres euros diarios durante un mes y una indemnización de 2.840 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños ocasionados. Y es que este agente no solo tuvo que curar las heridas en los dedos índice y corazón, sino que además tomó fármacos por una posible exposición al VIH.

Los hechos referidos se remontan a la primera hora de la noche del 21 de septiembre de 2021, en torno a las 23.30 horas, cuando una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón fue comisionada hasta el paseo Fernando El Católico por la presencia de un grupo de jóvenes en actitud intimidatoria a las puertas de una sucursal bancaria. Cuando los agentes llegaron, ya no había nadie, pero sí que observaron que las características reseñadas coincidían con quienes se situaban en la acera de enfrente.

Tras requerirles la documentación, la ahora condenada no dudó en llevarse a la boca una sustancia verde de origen vegetal (marihuana). De sus intenciones se percató uno de los agentes, que trató de impedirlo alzando su mano de tal modo que en ese momento se inició un forcejeo entre ambos. Al final le mordió en el dedo índice y en el dedo corazón de la mano izquierda. El parte de Urgencias de la Cínica Montpellier reflejaba un carácter leve de las lesiones, si bien los esfuerzos de los sanitarios se centraron en proteger a la víctima de una posible exposición al VIH, por lo que le recetaron fármacos de profilaxis postexposición al virus. En total, fueron 38 días impeditivos de sus labores como miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Inicialmente, la acusación particular solicitaba una pena de tres años de cárcel por un primer delito de atentado y otros dos años de prisión por un segundo delito de lesiones. La causa la ha dirigido el Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza y el fallo es firme al señalar las partes que no presentarán recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Zaragoza.