El fuego se ceba con las viñas

El presidente de los viticultores lamenta la virulencia con la que el sector primario está siendo golpeado

El alcalde de Puntagorda: "El paisaje ha quedado completamente destruido"

Cuando el perímetro del incendio aún está por definir, ya se conoce que el sector primario ha sufrido cuantiosas pérdidas en su producción para las próximas temporadas, especialmente en la viña, aunque hortalizas y frutales también se han visto seriamente dañados.

La consejera regional de Presidencia, Justicia, Administraciones Públicas y Seguridad del Gobierno de Canarias, Nieves Lady Barreto, confirmó ayer que el fuego ha castigado con virulencia a los viñedos de Puntagorda y Tijarafe. Así también lo apunta el presidente del Consejo Regulador de Vino Denominación de Origen La Palma, Adalberto Martín, quien lamenta que el sector primario está siendo verdaderamente golpeado por este incendio, «más concretamente la viña».

En este sentido Martín señala que siguen «a la expectativa» de conocer el grado de afección, «a ver si tenemos algunos datos de cómo ha evolucionado y en qué manera golpeó el fuego a los viñedos», aunque «ya sabemos la desgracia que hemos tenido con bodegas y demás, pero no tenemos cifras», y mientras el fuego se mantenga activo «no se podemos hacer valoraciones de superficie afectada». No obstante, «tanto en Puntagorda como en Tijarafe hay muchas pérdidas», recalca.

Y «si antes la situación estaba compleja, ahora está muy compleja, porque es un varapalo muy fuerte para la Isla», refiere Martín, que quiso solidarizarse con los propietarios de la bodega Tendal, cuyas instalaciones han resultado arrasadas, al igual que una parte de sus viñas. «La isla perdió una bodega por un incendio que no se sabe todavía qué magnitud tendrá, porque no se ha cuantificado ni se sabe la pérdida que hay en superficie en viñedo y otros cultivos».

«Debemos estar unidos e ir de la mano del Cabildo y del Gobierno de Canarias»

Adalberto Martín

— Presidente del Consejo Regulador de Vino DO La Palma

De ahí que el presidente de los bodegueros palmeros reclame a las administraciones sentarse para estipular las ayudas para un sector que sufre desde hace unos años la sequía y las pérdidas por la erupción del volcán Tajogaite. «No entiendo mucho de política ni de protocolo», pero «debemos estar unidos y lo que pueda hacer la Consejería de Agricultura del Cabildo que vaya acorde o afiance lo que no puede hacer la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias», sentencia Martín.

Y es que la complejidad del sector, después de años de sequía en toda la isla, sigue teniendo consecuencias. El propio Adalberto Martín, socio de las Bodegas El Hoyo, confirma que este año no tendrán producción como consecuencia de no contar con uva suficiente. «Estamos remando para ver cómo mejor se puede salir de este bache», se lamenta, ya que «dada la poca cosecha que se auguraba este año, no la recibimos y vendimos el stock».

Aguacates

Otro de los sectores afectados es el creciente del aguacate. Juan Acosta es un vecino de Tazacorte que reside en Los Llanos de Aridane. En Puntagorda tiene una casa familiar y unos terrenos. La casa, situada en el barrio de Fátima, sobre la LP-1, se salvó, pero sin embargo las huertas y los sistemas de riego se han perdido. «Son cuatro años de esfuerzos, tiempo y mucho dinero que en una noche han desaparecido». Hay que tener en cuenta que había muchas mangueras y sistemas de riego automático. Tenía sembrado sobre todo aguacateros y otros frutales. «El futuro de la familia era esa renta», ya que es al quinto año cuando los aguacateros empiezan a producir. «Este año es el primero que teníamos algunos aguacates pequeños», y ahora, se lamenta, «a volver a empezar».

Cuando se despertó el pasado domingo para ir a trabajar recibió las primeras noticias del incendio. La incertidumbre era «lo que más nos angustiaba y el no poder acercarnos», recuerda. Fue gracias a un concejal de Puntagorda que «nos grabó un vídeo y pudimos ver que la casa había sobrevivido, y cuando ya llegamos allá nos encontramos con todo quemado».