Tribunales

El ADN incrimina al investigado por tocar las partes íntimas de su sobrina mientras dormía

El presunto autor de los hechos alega que la ropa interior de la víctima estaba guardada en un cajón de su casa y pudo contaminarse de sus restos biológicos cuando la doblaba

José Antonio S. P., de espaldas, en el juicio celebrado este miércoles ante la Audiencia de Las Palmas.

José Antonio S. P., de espaldas, en el juicio celebrado este miércoles ante la Audiencia de Las Palmas. / B. M.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

El hombre acusado de tocarle las partes íntimas a su sobrina de 13 años mientras dormía en su vivienda de Las Palmas de Gran Canaria ha negado los hechos en el juicio celebrado este miércoles ante la Sección Primera de la Audiencia de Las Palmas. Sin embargo, los restos de ADN masculino que hallaron las peritos en la parte interna de la ropa interior de la denunciante apuntan al encausado como posible responsable de un delito de agresión sexual. "En un 80% de casos de violencia sexual no se encuentran restos biológicos, pero cuando hay muestras físicas son muy evidentes", manifestó una de las profesionales que examinó la prenda.

El informe que realizaron y ratificaron cuatro peritos diferentes muestra la presencia de dos perfiles genéticos masculinos. Uno pertenecía al padre de la menor, pero este quedó descartado porque, cuando la joven volvió a casa, la prenda permaneció guardada junto a su ropa sucia en una lavadora que no se puso en marcha. El segundo era diferente y se suma a los "indicadores a corto plazo de una agresión sexual" que detectaron las médicas forenses al examinar a la menor.

El acusado se defendió aludiendo a que la ropa interior que llevaba puesta su sobrina la noche del 31 de mayo de 2022, cuando supuestamente tuvieron lugar los hechos, "estaba guardada en la gaveta" con la ropa de su hija, así que pudo "haberla manipulado" a la hora de lavarla y doblarla. "No me extrañaría, por tanto, que pueda haber restos míos de ADN", explicó José Antonio S. P. en su declaración. Sin embargo, matizó ante las preguntas de los magistrados que no vio si la joven cogió la prenda del cajón.

"Pude haberle tocado los pechos de forma accidental por las dimensiones de la cama, pero no intencionalmente"

La versión del encausado es que esa noche estaba durmiendo con su hija de siete años, como hacía habitualmente, y cuando despertó por la mañana vio que su sobrina había subido al colchón para dormir con ellos. "Mi hija estaba siempre en medio. Pude haberle tocado los pechos de forma accidental por las dimensiones de la cama, pero no intencionalmente", respondió a las cuestiones planteadas por el fiscal Antonio Amor.

Esto se contradice con las declaraciones que dieron la denunciante y su madre. La primera contó en el Juzgado de Violencia contra la Infancia que el acusado entró al dormitorio en el que estaba durmiendo con su prima y le dijo "échate a un lado y me pongo contigo". Se despertó cuando notó, según su declaración, que el adulto le estaba tocando el pecho y la vagina. La menor se quedó estática y trató de hacerse la dormida, pero cuando notó que le intentaba bajar los pantalones decidió interrumpir, diciendo que tenía hambre.

Piden 11 años de cárcel

El fiscal y la acusación particular piden una pena de 11 años de cárcel, con siete de libertad vigilada, prohibición de acercarse a la víctima por 13 años e inhabilitación especial para cualquier profesión que implique contacto con menores durante siete años. En concepto de responsabilidad civil, reclaman una cuantía de 2.000 euros de indemnización por las secuelas ocasionadas y de 6.000 euros por los daños morales.

La defensa, por su parte, solicita la libre absolución para José Antonio S. P. al considerar que el testimonio de la joven no reúne las condiciones para vulnerar el principio de in dubio pro reo. El letrado argumentó que la menor, antes de volver a su casa, se cambió de muda en el baño del que acababa de salir instantes antes el acusado y que la ropa interior "pudo haberse contaminado" allí.