Tribunales

Dos años de cárcel por amenazar a un hombre con romperle las piernas y declarar en su contra

El acusado escribía mensajes al perjudicado instándole a que le dejara 300 euros, pero no logró obtener su propósito

Fachada de la Ciudad de la Justicia de Las Palmas.

Fachada de la Ciudad de la Justicia de Las Palmas. / B. M.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

El acusado de amenazar a un hombre con "romperle las piernas" y con declarar en su contra en un procedimiento judicial ha reconocido los hechos en el juicio celebrado este viernes ante la Audiencia de Las Palmas. El caso iba a ser juzgado por un jurado popular, pero la defensa, la Fiscalía y la acusación particular han llegado a un acuerdo de conformidad por el que el encausado cumplirá una pena de dos años de cárcel, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante 2 años y el pago de las costas procesales por un delito de amenazas condicionales.

El autor de los hechos, identificado con las iniciales A. H. N., reconoció que llegó a coaccionar a un hombre el 19 de febrero de 2020. Según el Ministerio Fiscal, ese día, "guiado por el ánimo de obtener un provecho económico ilícito atentando contra la libertad" de la víctima, envió a través de la aplicación de WhatsApp varios mensajes de texto exigiéndole que le pagara 300 euros "a cambio de no romperle las piernas".

En estos avisos, el acusado también le advertía de que estaba dispuesto a acudir a la Policía para informar de unos "hechos perjudiciales" de los que supuestamente tenía conocimiento y que habría cometido el denunciante. Esta información estaba relacionada con un procedimiento judicial que se encontraba en trámite en un Juzgado de Instrucción de Las Palmas de Gran Canaria y en el que figuraba la víctima en condición de investigado.

No consiguió el dinero

A pesar de la serie de mensajes que recibió, el perjudicado no cedió y el encausado finalmente no consiguió obtener el dinero pretendido.

El delito de amenazas condicionales conlleva una pena de uno a cinco años de prisión si el culpable consigue su propósito. En este caso, ya que el culpable no consiguió obtener lo que pretendía a través de sus amenazas, el Código Penal recoge penas que van desde los seis meses hasta los tres años de cárcel.