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La policía busca indicios de abusos en los ordenadores del Liceo Francés

Los agentes requisan material informático para reforzar la acusación de pederastia

Fachada del Liceo Francés LP / DLP

La Policía Nacional requisó ayer material informático del Liceo Francés para reforzar las acusaciones de pederastia que investiga el Juzgado de Instrucción número 3 de Telde. Los tres trabajadores arrestados, que no son profesores sino personal auxiliar del colegio, pasan hoy a disposición de la autoridad judicial. El magistrado Alejandro Navarro deberá concretar los hechos y los delitos que se atribuyen a los investigados, así como determinar si quedan en libertad o ingresan en prisión provisional. 

El juez parte, al menos, de dos testimonios contundentes, uno de una familia con un niño de tres años y otro de una familia con un niño de cinco, los cuales han sido evaluados ya por los médicos forenses y las unidades especializadas en este tipo de violencia sexual en la infancia. 

Las fuentes consultadas han aclarado que no se trata de agresiones sexuales explícitas o violentas, pero sí de abusos y tocamientos que pueden tener especial gravedad por la vulnerabilidad de las víctimas dada sus edades. Esos testimonios e informes médicos serán vitales para el futuro de la causa judicial, así como el material que la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional pueda extraer de los ordenadores requisados.

Uno de los detenidos, al que también la policía registró su domicilio, es el encargado del mantenimiento informático del colegio. De ahí la importancia de chequear los ordenadores para buscar indicios que refuercen el testimonio de los menores. Este trabajador está investigado por encubrimiento, igual que el conserje o encargado del trajín diario del Liceo

Los padres logran con un muñeco que su hijo de tres años les cuente lo que le ocurría en el colegio

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El tercer arrestado, que abandonó el colegio en septiembre por un conflicto con alumnos de cursos superiores, es al que los menores señalan como supuesto autor de los tocamientos. Se encargaba del comedor y tenía acceso al patio en el que suelen jugar y descansar los alumnos de infantil. 

En cualquier caso, la investigación está en una fase muy primaria, por lo que será el juez quien concrete el grado de participación de los investigados, tanto por los indicios recabados por la Policía Judicial como mediante el interrogatorio de hoy.

La denuncia que ha conducido a la detención de estas tres personas por presuntos abusos sexuales en el Liceo Francés de Telde parte del testimonio de un niño de tres años que relató a sus padres, con la ayuda de un muñeco, lo que les hacía su cuidador en la siesta, según han contado a Efe fuentes directamente involucradas en el caso. 

El relato de ese menor fue el que hizo al colegio reaccionar, porque una semana antes, otro padre había acudido al centro para denunciar que su hijo, de cinco años, señalaba al mismo cuidador porque hacía con ellos cosas que no le gustaban. 

Los dos testimonios se remontan al miércoles 5 de octubre y el miércoles 12, pero el colegio no activó ningún protocolo. Es después de esos días, al intercambiar los padres información, cuando se dan cuenta de que los hechos están conectados y podría haber más niños implicados. Por eso, con todas las cautelas, preguntan al niño de tres años lo que pasa en las siestas y éste reproduce con la ayuda de un muñeco tocamientos y prácticas sexuales completamente ajenas a su edad. El colegio no reaccionó hasta ese momento.

Molestos con el centro


El abogado de la primera familia que acudió a la Policía Nacional para denunciar los supuestos abusos sexuales, Raúl García Gámez, declaró ayer que los familiares de los niños afectados están bastante «molestos» con El Liceo Francés de Telde, pues no hicieron lo necesario para esclarecer lo ocurrido. Los padres acudieron varias veces al colegio para transmitir a la dirección su preocupación por el bienestar de sus hijos, pero el centro se limitó a escucharles, sin activar los protocolos existentes para estos casos. Fue esa actitud «evasiva» la que llevó a García Gámez a acudir el primero a la Policía Nacional e interponer la correspondiente denuncia. El letrado no entró en detalles morbosos por respeto a la familia y la investigación. | M. R.

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