La Bajada del Cristo de Telde desata pasiones entre los feligreses

Cientos de personas abarrotaron la basílica y la plaza de San Juan para presenciar uno de los momentos más emotivos de estas fiestas religiosas

Nadie puede explicar exactamente qué siente cuando la imagen del Cristo de Telde es descolgada de la hornacina del altar mayor y desciende lenta y solemnemente mientras sus porteadores bajan los 25 peldaños de las dos escaleras habilitadas para tal desempeño.

"Es como si Cristo volviera una vez más a la tierra", atina a decir emocionada Dolores Mederos mientras su amiga María Teresa Castellano asiente a su lado. "Es algo muy grande". Es tanta su devoción que cada año vienen de Gáldar junto a medio centenar de amigos en una guagua que alquilan para presenciar dos de los momentos más importantes de las fiestas del Santo Cristo, la Bajada y la Subida.

La emoción también se desprende de las palabras de Yolanda Santana, una vecina de 83 años de San Francisco que cada mes de septiembre vive esta tradición desde la primera fila. Como su salud ya no es la misma que en el pasado, explica, este año ha preferido venir a última hora con su hija y una silla portátil, y evitar pasar mucho tiempo en el templo, donde hace mucho calor. Para ella, esta es una ocasión sin igual para "agradecer al Santo Cristo por tantas cosas y para acordarme de quienes están lejos de la fe y de quienes más lo necesitan". Yolanda no pide para ella, ni si quiera salud, que es la plegaria que este martes más se repetía en la plaza y en la basílica de San Juan.

Bajada del Cristo de Telde

Bajada del Cristo de Telde / Andrés Cruz

Paquita Santana y Margarita Trejo, de San Gregorio y El Calero, sí piden salud. Llegaron a la plaza sobre las seis de la tarde, una hora antes del inicio de la eucaristía "para coger sitio". Prefirieron ocupar una de las sillas habilitadas por el Ayuntamiento de Telde en la plaza delante de una pantalla gigante porque "aquí hace menos calor". Esta ha sido su primera vez, pero aseguran ser devotas del Cristo de Telde, a quien visitan siempre que pueden.

También era la primera vez para la familia formada por Bárbara Hernández, Rayco González y sus hijos Breidi y Nicol, de 13 y 11 años, respectivamente. "Ellos preferían estar con el Fornite y con el Tik Tok, pero creímos que era importante que vinieran y vivieran la fe, sobre todo en estos momentos", confiesa su madre. La abuela de los niños sí es una de las incondiconales de este evento religioso y este año quisieron acompañarla "aprovechando que el Ayuntamiento ha preparado todo para poder seguir la Bajada del Cristo desde la plaza sin la incomodidad de estar apretados y con calor en la iglesia". Al finalizar la Bajada, Breidi confesó que le había parecido "muy bonito" y había disfrutado tanto que no echó de menos su videojuego. Volverá el próximo año.

Bajada del Cristo de Telde

Bajada del Cristo de Telde / Andrés Cruz

El fervor y la emoción se tradujeron en lágrimas, aplausos y vítores pasadas a las 20.07 horas, justo cuando los dos primeros porteadores llegaron a la hornacina del altar mayor y comenzaron a aflojar las cuerdas que sujetan la imagen. Apenas 12 minutos duró este esperado momento, desde que comenzaron a subir la escalera y hasta que depositaron la talla en el trono cama, dejando parte de la cruz fuera para que pueda ser tocada y besada por los feligreses.

Quien también se mostró visiblemente emocionado fue el párroco de San Juan, José María Cabrera, que oficia estos días sus últimas eucaristías en Telde. Con la voz entrecortada animó a los creyentes que aprovechen para pedir y recordó la creencia de que esta imagen concede milagros. Él, confesó, le agradecerá "los 14 años que he podido servir a sus pies y le pediré no perder los pocos pelos que me quedan", bromeó.

Lleno absoluto

Cientos de personas abarrotaron el templo y la plaza para disfrutar del acto, pero quienes no pudieron acercarse a la basílica del casco histórico de Telde pudieron seguirlo desde sus hogares gracias a Televisión Canaria, que dispuso un amplio dispositivo con ocho cámaras para retransmitirlo en directo.

Para esta ocasión, la iglesia se engalanó con los colores de la bandera de El Vaticano con ocho grandes ramos de crisantemos blancos y amarillos colocados estratégicamente en presbiterio alto, en el altar mayor, el ambón, la pila bautismal y la mesa central.

Por su parte, el Ayuntamiento de Telde ha decidido decorar el balcón del edificio municipal que hasta 2020 albergaba la Alcadía con la imagen de 1,78 metros de alto y 1,20 metros de ancho del Santísimo Cristo con la que el municipio participó este año en la Romería del Pino, junto a cestas de mimbre, flores y otros elementos decorativos. 

Como sorpresa, la agrupación folclórica Picayos de la Virgen de Las Nieves, procedente de Torrelavega, ofrecieron una actuación al finalizar el acto religioso.

Hasta el 22 de septiembre

El programa de las fiestas diseñado por la Parroquia de San Juan incluye actos hasta el 22 de septiembre, cuando la talla volverá a su lugar habitual en el altar mayor de la basílica.

Del 13 al 21 de septiembre se celebrará la novena, a las 19.00 horas, seguida de una eucaristía, mientras que el 16 será la Santa Unción (12.00 horas).

El día grande, este jueves, el obispo de la Diócesis Canaria, José Mazuelo Pérez, oficiará a partir de las 19.00 horas la misa para después acompañar a la imagen durante su recorrido por las calles del casco histórico de Telde.

La subida de la imagen al altar mayor, tendrá lugar el 22 de septiembre, a las 19.30 horas.

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