Olas de tres metros en Ojos de Garza: "El agua entraba por las ventanas"

El fuerte oleaje rompe puertas, ventanas y terrazas en esta playa teldense

Los vecinos vuelven a la normalidad y arreglan los destrozos ocasionados

«Una cosa es contarlo y otra muy distinta, vivirlo». Juan Andrés Sánchez aún no se cree lo que vivió el martes por la noche cuando «las olas de tres metros» inundaron todo un barrio que está conectado por un entramado de pasillos estrechos que se convirtió en una especie de Venecia en Telde.

En su casa, situada en la calle Dara, en uno de los lados de la desembocadura del barranco de Ojos de Garza, el agua, que golpeaba con fuerza, «rompió la cancela» de su patio y entró en la casa, pero no fue uno de los más damnificados. Algunos de sus vecinos perdieron puertas, ventanas y hasta terrazas enteras. Con todo, ayer se respiraba tranquilidad y aceptación. «Esto hará que estemos más fuertes para la próxima ocasión», afirmó este vecino. 

Una ola, esta mañana, golpea las fachadas de viviendas en Ojos de Garza

Una ola, esta mañana, golpea las fachadas de viviendas en Ojos de Garza / José Carlos Guerra

Todos a una

Varios de los residentes ultimaban ayer las tareas de limpieza y arreglos de sus viviendas y zonas comunes, después de que los operarios municipales hicieran lo propio en la playa. Ojos de Garza fue la cala de Telde más afectada por el temporal de olas y viento del martes, porque, a diferencia del resto de las playas, los daños llegaron a las viviendas. 

En estas tareas, se ayudaban unos a otros «porque aquí somos como una gran familia», señala Sánchez. De hecho, cuenta que esa noche la preocupación de todos era el estado de salud de uno de los residentes que se está recuperando de un infarto.

Destrozos en la playa y viviendas de Ojos de Garza (Telde) por la fuerza del oleaje

Esther Medina Álvarez

Hasta la segunda planta

Francisco López todavía se sorprende por lo ocurrido. «Las olas rompían contra la vivienda (situada frente al mar) y el agua entraba en el balcón de la segunda planta y la casa se me inundó porque se colaba por debajo de la puerta», afirmaba. Confiesa que esa noche no pudo dormir «por los tamborazos del agua contra la fachada» y el miércoles, con el recuerdo de lo ocurrido el día antes, también le costó. En uno de los momentos de desvelo se asomó al balcón pensando que todo estaba en calma «y una ola me empapó». Su teoría es que se juntaron «la marea grande, la luna llena y el viento», a lo que Juan Andrés Sánchez añade «el eclipse». También hubo quien apuntó al cambio climático

«Una de las vecinas se despertó cuando las olas rompieron sus ventanas y le llegó el agua a la cama», afirmó Kike Sánchez, mientras que a otra el fuerte oleaje le tiró abajo el muro y la terraza, cuyos trozos continúan en el suelo. En otro lado, los golpes del mar han creado un vano en el camino que recorre las fachadas de varias casas y los residentes temen que termine por caer y afectar a una de las viviendas. 

Así sorprendió de madrugada el fuerte oleaje a los vecinos de Ojos de Garza (Telde)

Juan Andrés Sánchez

Vuelta a la normalidad

Mientras se apuraban por limpiar todo, varios usuarios disfrutaban ya de la playa y en el restaurante, que también se había llenado de agua, se atendía a una decena de clientes. 

La concejala de Playas, María Calderín, explicaba que ya «no existe ningún peligro para residentes ni usuarios y solo queda pendiente que mañana pase el tractor para allanar la arena». Además, se reparará la pasarela de hormigón de Salinetas y se centrarán los trabajos en la retirada de piedras en Melenara. En cuanto al muelle, que se precintó el miércoles, Calderín cree que podría abrirse el sábado, aunque el «acceso estará restringido por precaución hasta que tanto Proactiva como la Policía Local garanticen la seguridad al 100%». Lo último será descalzar las pasarelas del resto de calas afectadas, entre otras acciones menos urgentes.