Neurociencias

La consciencia humana surgiría al final del embarazo

La experiencia infantil ya está manifestada desde que un bebé está en su cuna

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

Una nueva investigación ha determinado que la consciencia humana puede aparecer desde semanas antes del parto, asociada a procesos cognitivos graduales que permiten a un feto o a un bebé recién nacido comprender las acciones de los demás y planificar sus propias respuestas.

Las investigaciones sobre la consciencia todavía no han sido concluyentes acerca del momento en el que desaparece de un ser humano que acaba de morir. Hemos comprobado que puede continuar existiendo después de que nuestro corazón deje de latir durante un período de tiempo indeterminado que puede durar incluso horas.

El afamado neurocientífico Javier de Felipe dice que la consciencia sería para el cerebro como el humo que emana de una fábrica, pero no sabemos en qué momento esa fábrica empieza a generar consciencia ni cuándo la apaga y se desentiende del mundo que la rodea.

Pocas certezas

Incluso en las experiencias cercanas a la muerte, que son el laboratorio donde se explora la duración de la consciencia, las certezas no abundan. Sabemos que en determinado momento la consciencia abandona el cuerpo y decimos que también desaparece.

Pero no podemos saber si desaparece realmente o si sigue existiendo sin posibilidad de manifestarse en este mundo. Que se nos rompa el móvil y no podamos comunicar con la familia no significa, necesariamente, que hayamos muerto.

Solo que nos hemos quedado incomunicados de nuestros seres queridos. Es la duda que siempre queda cuando perdemos a un padre, madre, hermano o a una amiga.

Emergencia temprana

Una nueva investigación ha penetrado un poco más en todos los misterios que rodean a emergencia y desaparición de la consciencia para determinar cuándo una red de neuronas en desarrollo tiene suficiente complejidad no sólo para sentir, sino también para percibir su entorno.

Es decir, esta investigación aprovecha lo que sabemos sobre cuándo se activan los diversos marcadores de la consciencia en los adultos, para determinar cuándo emergen por primera vez en la vida de un ser humano.

Cuatro evidencias

Y ha constatado varias cosas: la primera, que las redes neuronales relacionadas con la capacidad de consciencia están presentes y activas en las primeras etapas del desarrollo cerebral.

La segunda, que la atención impulsada por estímulos en los bebés activa las mismas redes neuronales que se despiertan en los adultos, lo que sugiere que un vínculo entre la atención ascendente y la consciencia podría existir ya a los 3 meses de edad.

Tercera, que la integración multisensorial, por ejemplo, de los sentidos de la vista y el oído, se puede observar por sus efectos neuronales a partir de los 4 meses de edad.

Y lo más sorprendente de todo, que el factor sorpresa (percibir algo inesperado), asociado a una respuesta neuronal específica, se ha apreciado en recién nacidos y en fetos de más de 35 semanas de edad gestacional.

Un dato relevante, dado que la mayoría de los embarazos tienen una duración de 37 a 42 semanas. Es decir, desde antes de nacer, un bebé podría darse cuenta, metafóricamente, de la inesperada presencia de una araña.

Proceso gradual

Aunque el problema de identificar cuándo y de qué forma comienza la consciencia está muy lejos de estar resuelto, los avances conseguidos sugieren que el estudio de la consciencia infantil es ahora un campo legítimo dentro de la ciencia de la consciencia, señalan los investigadores en su artículo.

"Nuestros hallazgos sugieren que los recién nacidos pueden integrar respuestas sensoriales y cognitivas en desarrollo mediante experiencias conscientes coherentes para comprender las acciones de los demás y planificar sus propias respuestas", explica la psicóloga Lorina Naci, una de las autoras de esta investigación, en un comunicado.

Sin embargo, aclaran los científicos, eso no significa necesariamente que la consciencia se active de golpe al nacer o tal vez algo antes, sino que debe ser un proceso gradual mediante el cual la experiencia de la vida se desarrolla a medida que las sinapsis y los sentidos se fusionan. De esta forma se propicia la construcción de modelos cognitivos que emergen para procesar los múltiples estímulos que incluso un feto humano podría percibir.

Referencia

Consciousness in the cradle: on the emergence of infant experience. Tim Bayne et al. Trends in Cognitive Sciences, October 12, 2023. DOI:https://doi.org/10.1016/j.tics.2023.08.018