En un partido que se recordará durante décadas, insólito en la historia del fútbol, celebrado a puerta cerrada por una decisión anunciada una hora antes del horario previsto, la UD Las Palmas cayó de pie ante el Barcelona (3-0). No ha podido ser más extraño el debut de Pako Ayestarán, que ha cumplido en su puesta de largo después de convivir con sus jugadores durante solo dos entrenamientos. Tras unas horas previas de incertidumbre en las que el Barcelona insistía en suspender el partido y la UD había dado la nota echando gasolina al fuego por ponerse una bandera de España en la camiseta, salió Messi y devolvió la normalidad al único sitio en el que podía haberla: en el césped.

Y es que el equipo amarillo estaba poniendo su granito de arena para que nada fuera lógico en el Camp Nou. Con una notable primera mitad, culminada con un remate al palo de Calleri, acorraló a los locales. Le acabaron partiendo la cara con tres goles y pudo llevarse más de no haber sido por otro partido soberbio de Chichizola, pero la cuestión para la UD en este partido era que, al menos, pusiera una cara. Y la puso hasta el punto de que el Barcelona necesitó al mejor Messi, autor del segundo y del tercero después de dar el primero a Busquets. Todo sucedió a partir del giro de Ernesto Valverde en el descanso: metió a Rakitic y a Iniesta y descifró a los insulares.

Vuelve la UD con una cara de estupor por todo lo vivido alrededor del encuentro, y lastimado en clave institucional por bordar la bandera, pero a nivel deportivo ha construido un kilómetro cero. Un punto de partida. El examen constaba en medir las constantes vitales tras la dimisión de Manolo Márquez. El equipo estaba muerto frente al Leganés, rival ante el que dio una exhibición de absolutamente nada. Tenía que mostrar una identidad, sentar una base a partir de la que trabajar en las dos próximas semanas, con parón de por medio. Y el mensaje de volver a identificarse a partir del balón no fue pura palabrería. El equipo amarillo acabó incluso ganando en esa estadística al Barcelona, síntoma de hacia dónde quiere ir esta nueva, y a la vez vieja, UD.

Desde la alineación ya era buena la declaración de intenciones de Pako Ayestarán. Formó un 4-1-4-1 con un cerebro como pivote único. Aquilani ejerció de Roque Mesa y guió todas las posesiones de la UD Las Palmas, que fue creciendo poco a poco. Pero antes de eso tenía que llegar la primera aproximación de los locales, que fue en una carrera de Sergi Roberto. El dominio inicial, mientras todos intentaban acostumbrarse a la ausencia de público, era de los hombres de Valverde, que ponían a prueba el sistema defensivo de Ayestarán. Con las líneas juntas, con Borja Herrera muy atento, con Hernán Santana ayudando a Aquilani, con y sin balón, y los mediapuntas tirando de sacrificio, los amarillos sostenían al Barcelona. El canterano repitió y cumplió, como Hernán, novedad en detrimento de Javi Castellano.

Messi, en una de sus pocas apariciones influyentes antes del descanso, mandó un balón a la escuadra que rechazó Chichizola, muy ágil. El portero también salvó a los insulares echando del área a Denis Suárez en un mano a mano. Se cumplía ya el ecuador de la primera parte y había quedado claro que la UD, a pesar de esas dos ocasiones culés, estaba enchufada. Recordando a la era Quique Setién se había atrevido a conectar posesiones largas, a discutir el balón a un gigante. Con Aquilani y Jonathan Viera como ejes, todos fueron entrando en juego, también Tana y Hernán, que no estaban protagonizando un buen arranque de curso. Con las ideas claras, con un sistema marcado, con fidelidad a un planteamiento todo es más fácil para todos.

La buena puesta en escena de la UD no se quedaba solo en intenciones, en pases sin chicha, de lado a lado. También generaba peligro en el área de Ter Stegen. La más clara llegó al borde del descanso con un remate al palo de Calleri a centro de Tannane, pero hubo muchas llegadas que se quedaron en el camino, por malas decisiones la mayoría. Un mal centro de Macedo con varios compañeros desmarcados, un remate demasiado tarde de Calleri que abortó Piqué o un disparo lejano de Tannane cuando tenía mejores opciones eran una señal inequívoca. La UD generaba peligro tanto al contragolpe como a través de posesiones largas. Entre esas continuas llegadas de la UD solo contabiliza una del Barcelona, un cabezazo de Paulinho. Los amarillos estaban muy correctos también en el repliegue defensivo, frenando a Messi a base de múltiples ayudas. Estaba activo el argentino, pero siempre había un rival preparado para remangarse o un portero preparado para volar. Y lo hizo de nuevo Chichizola con una gran estirada en la primera oportunidad en la reanudación.

Valverde lo cambia todo

Fue el comienzo de un asedio. Y es que ya la reacción del Barcelona era irremediable. Valverde leyó el partido a la perfección, situó a Iniesta en el costado izquierdo, a Denis Suárez en el derecho y a Rakitic con Busquets por dentro en una especie de 4-2-3-1 para aniquilar a la UD. Le arrebató el balón, le acorraló en su campo y era cuestión de tiempo que se impusiera la ley del más fuerte. Fue Sergio Busquets quien, anticipándose a Borja Herrera -inexplicable ese emparejamiento-, voló a la salida de un córner para anticiparse a todos y poner el 1-0. Todavía le dio a tiempo a la UD de lanzar una buena contra por medio de Tannane, pero el marroquí volvió a deslucir su potente disparo.

Fue la última aventura de la UD en área rival para reengancharse al partido. La próxima llegó en el tramo final y el Barcelona ya ganaba por 3-0. El equipo azulgrana, comandado por un soberbio Messi, desconectó a Aquilani y Viera. Y también a Chichizola, al que tumbó en dos ocasiones, primero por medio de un regate y luego en un disparo raso, para derribar la puerta de la UD.

Ficha técnica:

3 - Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Paulinho (Rakitic, min.46), Denis Suárez; Messi, Luis Suárez y Aleix Vidal (Iniesta, min.46 André Gomes, m.84)

0 - Las Palmas: Chichizola; Míchel Macedo, Ximo Navarro, Lemos, Borja; Hernán (Toledo, min.77), Aquilani, Viera; Tana (Vicente Gómez, min.77), Oussama Tannane y Calleri.

Goles: 1-0, min.49: Busquets. 2-0, min.70: Messi. 3-0, min.76: Messi.

Árbitro: José Luis Munuera Montero, del comité andaluz. Amonesto a Paulinho (min.34), Piqué (min.35), Busquets (min.45), Alba (min.45) y Suárez (min.51), por parte del Barcelona. Aquilanin (min.59), por parte visitante.

Incidencias: partido de la séptima jornada de LaLiga Santander disputado en el Camp Nou a puerta cerrada.