Para entender el poderío ofensivo que acumula el FC Barcelona basta con poner un dato sobre la mesa. Entre Leo Messi y Luis Suárez suman más goles que 15 equipos de la Primera División. Casi nada. El argentino cuenta con 22 goles en su cuenta particular mientras que el uruguayo tiene 20 muescas en su revólver esta campaña. El total, es casi ofensivo para el resto de equipos: 42 tantos. Clubes como el Atlético de Madrid, Villarreal, Sevilla o Athletic no suman los tantos del tándem azulgrana. El total de tantos del FC Barcelona es de otra dimensión: 68 goles a favor.

Pero el régimen de Leo Messi, escoltado siempre por Luis Suárez, cuenta esta temporada con una evolución en el frente ofensivo que tiene un par de nombres propios: Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho. El exjugador del Borussia Dortmund y el ex del Liverpool, que aterrizó en el mercado de invierno en Barcelona, se han unido a Messi y Suárez para formar un cuarteto que quiere marcar una época con la camiseta del Barça.

La inversión que ha realizado el club catalán para reforzar su frente ofensivo ha sido descomunal. En Dembélé invirtió unos 105 millones de euros más 40 en variables -casi todas con cláusulas asequibles- y en Coutinho la cifra se disparó hasta los 120 millones de euros más 60 en variables -igual de asumibles que las del francés-. En total, solo en dos rostros el Barça desembolsará unos 325 millones de euros.

Este jueves el Barcelona aterriza en el Estadio de Gran Canaria con el objetivo de mantener su racha dictatorial en LaLiga. No sabe aún lo que es perder, cuenta con 20 victorias y solo 5 empates y acumula 32 partidos consecutivos sin caer, si se enlazan los últimos del curso pasado en LaLiga con los de este. Unos números que muestran el nivel de fiabilidad que ha conseguido tocar el Barça de Ernesto Valverde.

De momento, el técnico extremeño ha dado de descanso a su plantilla hasta mañana martes cuando empezará a preparar el partido contra la UD Las Palmas. Un choque donde Valverde puede dejar a algunos de sus hombres importantes en casa. Jordi Alba, por sanción, y Nelson Semedo, por lesión, no estarán en la lista de convocados.

El calendario para el FC Barcelona tiene una parada intensa el fin de semana. Y es que el equipo catalán recibirá al Atlético de Madrid, que ayer goleó al Sevilla y es la única escuadra que mantiene el ritmo del Barça. Con ese partido al fondo de la semana, las rotaciones se abren en la pizarra de Ernesto Valverde.

Los interrogantes

Luis Suárez intentó sin éxito forzar su quinta tarjeta amarilla en los minutos finales del partido contra el Girona del equipo azulgrana. Todo para perderse el partido contra Las Palmas, asegurarse su presencia contra el 'Atleti' y empezar un ciclo nuevo de amonestaciones. Saber si el uruguayo estará en la convocatoria de Valverde es una de las grandes interrogantes de estos días.

Desde Barcelona también se sostiene que el partido del equipo azulgrana en el Gran Canaria puede ser un día para el descanso de Leo Messi. Después de su última exhibición frente al Girona, el argentino, según la Cadena Cope, ha decidido viajar hasta su país natal para acudir al funeral de su abuelo materno, que falleció esta misma semana en Rosario.

Y ante ese panorama parece que la 'segunda unidad' del FC Barcelona tendrá que tirar del carro ante la UD Las Palmas. Será una buena prueba para Ousmane Dembélé y Philipe Coutinho, que se perfilan como las grandes amenazas azulgranas en la visita a la UD Las Palmas que buscará dar el jueves la sorpresa de LaLiga ante el todopoderoso equipo de Valverde, líder intratable.

Que Coutinho se integre cada vez más en el juego culé y que Dembélé encuentre la confianza en su juego que le ha negado su racha de lesiones e imprevistos se convierten en dos premisas claras para el tramo final de la competición del Barça, en octavos de la Champions League, líder de LaLiga y finalista de la Copa del Rey. Y delante la UD Las Palmas que no quiere ser sparring de nadie.