Oratoria caliente. Versos tóxicos. De Javier Pérez a Rubén Castro. En las tres últimas décadas, hay frases que forman parte de la memoria histórica del clásico canario. Estallaban las grabadoras. Descargas de autoritarismo inconsciente, que se transformaron en el mejor combustible para el enemigo. Mañana, la UD tratará de hacer justicia con las burlas macabras sufridas en relación al clásico canarioUDCordobazo, en septiembre de 2014 con Herrera en el banquillo. En ese capítulo del derbi, los grancanario sucumbieron (2-1) en el Heliodoro y la parroquia tinerfeña festejó por todo lo alto la entrada de Uli Dávila. ¿Habrá venganza?
Era el minuto 79, y el exgoleador del Córdoba -hizo el 2-1 el 22 de junio de 2014 en el Gran Canaria tras la invasión frustrada de campo en el 93'- en la mayor puñalada que sufrió la entidad grancanaria, volvía a cruzarse en el camino de los Aythami Artiles, David García, Jerónimo Figueroa Momo o Nauzet Alemán.
Ese último derbi oficial en Tenerife -6ª jornada del curso 2014-15- fue una pasarela de bromas, ataúdes, pancartas y camisetas del Córdoba con el 93 (el minuto en el que marcó Dávila). 'Salta, salta...canarión', se podía leer en uno de los fondos del recinto tinerfeño para no olvidar la fecha del horror. Ayer, se le trasladó al capitán de la UD, David García, si había ganas de vendetta. "No, tenemos que ganar para salvarnos y tratar de sellar de forma matemática. No pensamos en nada más", aseguró el estandarte.
Moña, Concepción, Lobera...
En el número uno de las frases más calientes, la premonición de Rubén que sí se puede cumplir quince años después. Era marzo de 2004, y se avecinaba el derbi de las natillas. En los micrófonos de Onda Real, el isletero que terminaría ese curso como pichichi de Segunda, con 22 goles, hacía memoria. "Quiero ganar el domingo para hundir un poco más al CD Tenerife", aseguró el futbolista.
El Moña no olvidaba el gol de Marioni en el Insular, mayo de 2002, que llevaba a los dos equipos canarios a Segunda. "No me olvido de cuando el Tenerife nos hundió en Primera. Ellos estaban ya sentenciados y en lugar de hacernos un favor nos hicieron todo lo contrario. Si los podemos hundir, lo haremos. Los dejaremos a ocho puntos si ganamos y espero que bajen". Los amarillos terminarían descendiendo. Pero en esta 2018-19, las urgencias son para Oltra. La guadaña está a tres puntos. Quince años después, Rubén puede ver cumplida su apuesta.
De Javier Pérez a Sergio Lobera. A finales de los noventa, un Tenerife portentoso luchaba por mantenerse en Europa. El cruce de Copa del Rey deparó un derbi. Y Pérez, fallecido en 2004, se pasó de optimista. "Si me preguntan por cuánto quiero ganar, yo lo tengo claro: por 20-0", apuntó el mandatario. El 29 de octubre de 1997, tras el (3-2) de la ida, la UD arrancaba un (2-2) del Heliodoro -con tantos de Juan Carlos Socorro el Turu Flores- y eliminaban al 'Tete'. El síndrome del presidente. En la pretemporada de 2010, Miguel Concepción, actual principal mandatario tinerfeño, tuvo una ocurrencia para la última jornada en el jardín del Roque Nublo. "Me gustaría, por supuesto, llegar al último partido en Gran Canaria y que nos hicieran el pasillo". Esa 42ª jornada, el 4 de junio de 2011, terminó con victoria amarilla con tanto de Sergio Suárez de penalti (1-0). Juan Manuel Rodríguez le ganó la partida a David Amaral. El cuadro tinerfeño ba jó a Segunda B y Concepción entró en la historia del disparate.
Valdano, preparador tinerfeño, se sumó al festival. "Los festejos de Las Palmas son de equipo pequeño". Socorro lo llevó a otro nivel: "Saldremos a muerte, a matarlos, porque ya hemos fallado en dos finales". Y Lobera cuestionó el estilo: "Si Las Palmas jugara como el Tenerife nos silbarían". El técnico fue pitado y cayó (3-0).
