De Mel a Setién. El último entrenador que encadenó dos temporadas consecutivas en el banquillo amarillo fue el emperador de seda Quique Setién. El cántabro, que alcanzó la cifra de 78 partidos, llegó en octubre de 2015, tras la destitución de Paco Herrera. Con 26 victorias, 18 empates y 34 derrotas, Setién impuso un estilo preciosista desde la 2015-16 hasta el final de la 2016-17. Tras encadenar dos cursos ligueros en la máxima categoría, y no fructificar las negociaciones de su renovación, el 18 de marzo de 2017 hacía pública su no continuidad.

En la 2017-18, en Primera, la UD tuvo a Manolo Márquez, Pako Ayestarán, Paquito y Paco Jémez como máximos responsables técnicos. El cuadro isleño, con el mayor presupuesto de su historia, terminó penúltima con solo 22 puntos. Un descenso de manual.

Y en la actual campaña, Manolo Jiménez portó el timón durante quince partidos y fue despedido. Se recurrió al efecto Paco Herrera, que también tuvo fecha de caducidad: trece encuentros -con dos victorias, siete empates y cuatro derrotas-. Mel se convierte en el tercer arquitecto del curso y en el séptimo desde el adiós de Setién.

Será la quinta ocasión en la carrera del madrileño que encadena un mínimo de dos temporadas en un mismo equipo, ya lo hizo con el Poli Ejido (de 2004 a 2006), Rayo (de 2006 a 2010), Betis (de 2010 a 2014 y de 2014 a 2016) y Dépor (de la 2016-17 a la 2017-18). Mel tiene tres ascensos -dos a Primera-.