Mallorca, estreno y casi líder

Hace casi 22 años que la UD abrió la primera jornada de la temporada 2001-2002 contra el Real Club Deportivo Mallorca, al igual que va a ocurrir este sábado en el estreno del torneo doméstico. La única salvedad es que pasó en la Isla balear, a diferencia de que esta semana será en Siete Palmas. Coincidencias en el almanaque, aquel partido inicial fue un espejismo para el equipo amarillo, capaz de vencer con una goleada a un conjunto de Champions League (0-3) y que al término de la campaña no pudiera ser capaz de mantener la categoría.

Dos décadas después la película ha cambiado con creces en las dos escuadras. La gloria del principio de siglo del Mallorca con clasificaciones para la Copa de Europa y ganador de la Copa del Rey en 2003, quedó diluida con el paso de los años hasta caer al pozo de Segunda B en 2017 y con un proceso de compra por parte de Robert Sarver, dueño de los Phoenix Suns –franquicia de la NBA–.

La Unión Deportiva por su parte no ha conseguido las cotas del conjunto bermellón, pero también supo vivir su experiencia en los infiernos y sobrevivir a un proceso concursal. Ahora, ambos equipos se vuelven a ver las caras en la máxima categoría del fútbol nacional dos décadas después.

Para el grato recuerdo del aficionado amarillo le puede venir a la memoria el partido disputado el 26 de agosto del 2001, cuando la UD fue capaz de que la afición mallorquina abucheara a su equipo a pesar de que cinco días antes hubiesen sido capaces de clasificarse para la Champions con una remontada ante el Hajduk Split en el mismo feudo.

Luis Aragonés, el gran artífice de que el Mallorca concluyera tercero en la tabla la campaña anterior, había dejado el club y eso tenía crispado a la afición. Bernd Krauss fue su sustituto y casualidades de la vida, duró 8 jornadas para que fuera Sergio Kresic su sustituto, que también había dejado la UD para amargor de la hinchada insular.

El arranque liguero fue premonitorio de lo que le iba a ocurrir al Mallorca, que concluyó ese año en la decimosexta plaza. La UD, que bajó a Segunda ese año le pasó por encima con un juego pragmático y gracias a los goles de Pablo Lago, Jorge Larena y Carmelo.

El primer tanto fue producto de una jugada individual del ex jugador del Mallorca que dejó atrás a cuatro defensores antes de alojar el balón en los dominios de Leo Franco; el segundo, de Jorge, con un toque milimétrico a la escuadra después de que Orlando le asistiera al bajar un balonazo de la defensa amarilla; y el último, de Carmelo tras pase de la muerte de Eloy al progresar en solitario con el cuero pegado.

Todo ello unido a un penalti atajado por parte de Nacho González a Albert Luque cuando el encuentro iba 0-0 en el minuto 31. El portero, que además de meter penaltis, los sabía parar.

«Tres puntazos», como tituló la tirada de La Provincia al día siguiente, que valieron al equipo de Fernando Vázquez para ponerse casi líder, dado que el Deportivo de la Coruña venció en el estreno por 4-0 al Valladolid.

37 jornadas después llegó una llamada a Valladolid, el Mallorca remontó el partido en la segunda parte se quedó en Primera y la UD se fue al Infierno incapaz incluso de ganar a la Real Sociedad cuando más falta le hacía.

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