Los trabajadores de los grupos C, D y E del Servicio Canario de Salud (SCS), que aglutinan a celadores, pinches, cocineros o encargados de mantenimiento, amenazan con llevar a cabo el próximo mes una "huelga salvaje", en la que no se respeten los servicios mínimos, en respuesta a la decisión de la Consejería de Sanidad de suspender todas las libranzas del puente de diciembre a raíz del paro convocado por la Asamblea 7 Islas para esos días. El sindicato tendrá que decidir ahora, después de reunirse de nuevo con los responsables de Sanidad, si seguirá con las movilizaciones para el puente de diciembre o si las trasladará a la semana siguiente, posiblemente el lunes 12.

Lo que sí tienen claro es que las movilizaciones se "radicalizarán" después de la contestación de las gerencias de los centros sanitarios de Canarias. El sindicato presentó la pasada semana un preaviso de huelga para los días 5, 7 y 9 de diciembre (a los que se unirían los dos días festivos, 6 y 8) después de reunirse sin éxito en dos ocasiones con la consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, para que paralizara los recortes presupuestarios previstos para el próximo año. Ante este preaviso de huelga, según el sindicato, Sanidad respondió anulando todas las libranzas de los grupos C, D y E para esas fechas con el argumento de que, de no ser así, sería imposible cumplir los servicios mínimos que garanticen un adecuado servicio sanitario.

"Hay cientos de trabajadores que tienen pedidos esos días y que tienen billetes comprados desde hace tiempo para ir a ver a sus familias. Lo que pretende Sanidad con la suspensión de las libranzas es enfrentar a los trabajadores, pero no lo van a conseguir porque tenemos claro que vamos a dar guerra porque la situación cada vez va a peor", asegura Octavio Sánchez, portavoz de Asamblea 7 Islas.

La decisión de seguir adelante con la movilización de la segunda semana de diciembre o trasladar el paro al 12 de diciembre (la semana en la que está previsto que el Gobierno apruebe los presupuestos autonómicos) dependerá de si finalmente Sanidad mantiene la suspensión de esas libranzas.

"Con este tipo de actitud lo que consiguen es radicalizar la postura de los trabajadores. Cada vez somos menos y tenemos más trabajo. Los pacientes merecen una correcta atención", señala Sánchez, que recuerda que hay empleados de estos grupos que no llegan a los 900 euros de sueldo. En total, están llamados al paro en toda Canarias 12.000 trabajadores, en los que se incluyen hasta 27 categorías distintas.