Los vecinos de la calle Simón Bolívar que ganaron el pleito que prohíbe los mogollones carnavaleros le dieron ayer un año al Ayuntamiento para que retire los chiringuitos de la parte trasera de Santa Catalina y los traslade a otro lugar. Ambas partes llegaron ayer a un principio de acuerdo, según el cual los vecinos se mostraron dispuestos a no pedir la ejecución del auto que les da la razón, ya que ello supondría la paralización del Carnaval.

El preacuerdo será sometido ahora a la aprobación de la comunidad de vecinos de Simón Bolívar y, en el caso de que éstos le den el visto bueno, será ratificado con las autoridades municipales dentro de unos días, señaló la portavoz vecinal. Desde el Ayuntamiento garantizaron que las fiestas carnavaleras, que arrancan el próximo viernes con la Gala de la Reina, se celebrarán según lo previsto y sin ningún problema. "El Carnaval no peligra", sostuvieron desde el consistorio, en la línea de lo manifestado el pasado viernes por el alcalde, Juan José Cardona.

Tanto los vecinos como el concejal de Movilidad y portavoz del Gobierno municipal, Ángel Sabroso, se mostraron satisfechos con el resultado de la reunión, que duró más de dos horas y media. En el encuentro estuvieron presentes, además de la presidenta de la comunidad de vecinos y su representante legal, la concejal de Cultura y Carnaval, Isabel García Bolta, y el director general de los Servicios Jurídicos, Antonio Ramón Balmaseda. "Ha habido un acercamiento de posturas y una buena predisposición por ambas partes para acercar posiciones y nos hemos dado un tiempo prudencial para valorarlas y sentarnos otra vez", señaló tras la reunión Sabroso, quien manifestó que "entiende perfectamente la postura de los vecinos" y que es "consciente" de las "molestias que soportan" cada año con el Carnaval.

Bajar la música

Así, la concejala García Bolta se comprometió a bajar la música de los chiringuitos este año y orientar los altavoces hacia el mar para mitigar el ruido y reducir todo lo que se pueda las molestias a los residentes. Según la versión de los vecinos, el Ayuntamiento se mostró dispuesto a eliminar en el plazo de un año los chiringuitos y los mogollones de la zona del parque de Santa Catalina.

Sabroso y Bolta pidieron a los vecinos de Simón Bolívar, explicaron fuentes del Gobierno municipal, un plazo de un año para buscar un lugar alternativo para trasladar los chiringuitos.

En cualquier caso, la comunidad de vecinos de la calle Simón Bolívar advirtió ayer que el escrito para solicitar al juez la ejecución del auto "está redactado" y pendiente de que se ratifique en los próximos días el preacuerdo alcanzado ayer con los representantes del Gobierno municipal.

La portavoz vecinal se mostró comprensiva con la petición de tiempo por parte del Gobierno local para buscar un sitio alternativo a los chiringuitos. "Tampoco queremos hacerle daño a nadie" y fastidiar la fiesta a los carnavaleros, admitió, y "por eso no vamos a pedir la ejecución de la sentencia. Vamos a ver qué ocurre en los próximos días".

Sabroso, por su parte, señaló que "el objetivo común" de ambas partes es "encontrar soluciones" que respeten el derecho al descanso de los vecinos y permitan celebrar las fiestas carnavaleras.