El Pino de Pilancones, el árbol más emblemático de Gran Canaria hasta su desplome en enero de 2008 y catalogado entre los cien ejemplares botánicos más singulares de España, alcanzaba los 515 años, una edad muy superior a la que se le barajaba de unos cuatro siglos. La fecha de nacimiento ha sido certificada por la Escuela de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid a través de un análisis realizado por su catedrático de Silvopascicultura, Luis Gil, a donde se envió un anillo del tronco del espectacular Pinus canariensis del monte tirajanero.

Luis Gil señaló que en el estudio efectuado a esa parte del tronco del también llamado Pino Gordo, que se situaba a dos metros de la base del árbol, se registró en un lado 515 años y en el otro 440. "Esta diferencia de 75 años se la debemos atribuir a una pérdida de crecimiento por uno de los incendios que sufrió y que eliminaría una parte de la copa, o por estrés hídrico en años secos", explicó el ingeniero de montes y botánico.

Esta oscilación de edad que presenta el emblemático pino de Pilancones explicaría que en algunas pruebas anteriores se le haya calculado unos cuatrocientos años. Además se apunta la posibilidad que el árbol pudiera alcanzar cinco o diez años más sobre los 515 registrados toda vez que el análisis se ha realizado sobre una parte del tronco situada a dos metros del suelo.

Luis Gil indicó que en la muestra analizada se muestran "con claridad" los incendios históricos que ha sufrido el ejemplar de Pilancones, para los que se requerirá un estudio más exhaustivo. El catedrático de la Escuela de Montes de la Universidad Politénica de Madrid señaló además que la espectacularidad de este monumento natural se debe a que creció "en una manifestación boscosa importante". El Pino Gordo era el más impresionante de los pocos testigos que quedaban del antiguo pinar de Tirajana, monte que fue objeto de una tala indiscriminada en los siglos XVIII y XIX para obtener carbón y madera.