Nunca la lectura fue tan peligrosa. Aunque pueda parecer difícil de comprender, el libro es el muro que enfrenta al grupo de gobierno de Santa Brígida con la asociación Drago de Sataute, donde también hay destacados miembros de la oposición. Los componentes del club de lectura de este colectivo sociocultural acusan al alcalde de espiarles al pretender saber el nombre de las personas que participarán y el título de los libros que comentarán en un local municipal cedido por el Ayuntamiento.

El alcalde, Lucas Bravo de Laguna, asegura que se trata de una medida preventiva, no censora, y define a su vez a la asociación Drago como "polémica y politizada". Lo basa en que en ella hay gente significada de la oposición, desde la concejala nacionalista Victoria Ca- sas hasta el candidato socialista a la Alcaldía, Lucas Tejera, pasando por el abogado Ignacio Cáceres, ex miembro de Coalición Canaria y denunciante del centro comercial y de ocio del casco de la villa.

El alcalde tampoco dejó fuera al presidente de Drago, José Armengol, "que antes estuvo en la órbita de ICAN y ahora de Nueva Canarias". Sin embargo, dejó bien claro que tiene una buena relación personal con él. Su esposa, Maite Sagaseta, es además la coordinadora del club de lectura de Drago.

Sagaseta explicó la situación un tanto rocambolesca de la siguiente manera: "En nuestra última reunión discutimos la petición del señor Bravo de Laguna, con mucha perplejidad por parte de todos, e indignación entre algunas personas porque verdaderamente es algo asombroso, más propio de otros tiempos. Personalmente creo que esto tiene que ver con que este club de lectura nació desde una asociación non grata para el alcalde, y lo increíble es que no se dé cuenta de lo absurdo de su petición, y de que le perjudica por la desconsideración que está demostrando. Reiteramos que no tenemos ningún ánimo de polémica. Vamos a renunciar al uso de dicho local, solicitando nuevamente el uso de la biblioteca, que es el lugar natural para esto".

"Nosotros", replicó el alcalde, "no tenemos inconveniente en prestar un local municipal a los vecinos, pero quiero saber qué gente va y qué asuntos van a tratar para que no me monten el pollo de las cartas de Reyes Magos. No hay censura, simplemente es una medida preventiva para curarme en salud. No quiero problemas. La oposición está politizando todo desde que se supo que mi padre sería candidato al Cabildo".

"Todo este revuelo sacado de contexto me lo ha confirmado. Este grupo está plagado de gente de la oposición y por eso he pedido información. Igual se ponen a debatir sobre un libro porno".

La portavoz municipal de Coalición Canaria, Victoria Casas, calificó la actitud del alcalde de "cacicada".

La edila afirmó ayer que "quiere controlarlo todo porque se cree que el pueblo es suyo. Lo que hace es injustificable".

La secretaria del alcalde solicitó a Sagaseta, según asegura, los nombres de las personas integrantes del club de lectura y el título de los textos a comentar en las reuniones.

"Me resultó extraño dado que estamos haciendo uso de dicho local desde finales del mes de junio del año 2009, y esta información nunca antes se nos había solicitado; además, nuestras gestiones siempre han sido con técnicos de la Concejalía de Participación Ciudadana, nunca directamente con el alcalde".

Desde el consistorio se les comunicó que "la Alcaldía necesita saber los asistentes y tema a debatir en todos los actos que se celebren en el futuro en los locales de propiedad municipal, ante los últimos acontecimientos producidos en pasadas fechas", en relación con la última polémica de las cartas perdidas de los Reyes Magos. El asunto ha sido recibido "con gran perplejidad, e incluso indignación entre algunas personas, por su insistencia en que para cada uno de nuestros encuentros le comuniquemos tema a debatir en el coloquio y personas asistentes".

Los miembros del club de lectura consideran que la exigencia del alcalde "vulnera nuestros derechos y recorta nuestras libertades individuales, razón por la que no creemos pertinente acceder a su petición, y si el alcalde considera que esta negativa es motivo de denegación de nuestra solicitud de uso de un espacio municipal para celebrar las reuniones de nuestro club de lectura, que nos lo comunique claramente", sostienen los componentes de la asociación.