El edificio de la estación del tren en Playa del Inglés cambiará el paisaje urbano de esa zona turística del sur de la Isla y se convertirá en un nuevo reclamo para los visitantes. Con esta idea se presentó ayer la propuesta arquitectónica de la unión temporal de empresas (UTE) formada por José Antonio Sosa Nred e Ingenia SGI, ganadora del concurso para proyectar la parada del ferrocarril en El Veril, la penúltima del recorrido y una de las más relevantes junto a las de San Telmo y el Aeropuerto de Gando.

La estación se situará entre la autovía GC-1 y la antigua carretera del Sur, la GC-500, a la entrada de las urbanizaciones turísticas y a poca distancia de los accesos desde El Veril hasta la playa. Será lo primero que se vea al llegar al sur por la autopista. El edificio tendrá 2.100 metros cuadrados de vestíbulo, 10.000 metros de locales comerciales (incluida una guardería), 2.800 metros de andenes, 24.000 metros de aparcamientos (unas 1.000 plazas de vehículos) y una plaza arbolada de otros 4.200 metros. También albergará paradas de guaguas y taxis.

El proyecto se ha adjudicado por 480.814 euros y se calcula que coste de la obra alcance los 22,5 millones de euros, según explicaron el vicepresidente del Cabildo, Román Rodríguez, y el arquitecto José Antonio Sosa, que comparecieron junto a la alcaldesa de San Bartolomé, María del Pino Torres, y la concejala de Turismo, Concepción Narváez.

Prisma de vidrio

Sosa, catedrático de la Escuela de Arquitectura de la ULPGC y autor de los nuevos Juzgados de la capital, entre otras obras relevantes, señaló que se trata de un gran prisma de vidrio de color rojo que se eleva en sus extremos para situar las entradas y salidas del recinto sin necesidad de más indicaciones. Una parte de la energía que consuma

saldrá de placas fotovoltaicas instaladas en el techo y su diseño permite una ventilación natural. Sosa calculó que se podrá construir en un plazo de año y medio.

Román Rodríguez precisó que esos plazos van a depender de la rapidez en que se consiga la financiación y recordó que los cabildos de Gran Canaria y Tenerife están negociando el convenio con el Ministerio de Fomento para incluir ambos proyectos en el Plan Ferroviario, lo que permitiría prefinanciar la sobras con cargo al Estado. Rodríguez dijo que la construcción del tren tirará de la economía y del consumo, pues solamente en las obras de la vías y de las estaciones se generarán unos 5.000 puestos de trabajo directos y durante cinco años.