La Audiencia de Las Palmas comenzado un juicio contra un empresario que dejó colgados a 150 clientes al cerrar en la capital gran canaria tres clínicas dentales.

La Fiscalía de Las Palmas no formula acusación contra Gustavo García S. B. porque no ve ánimo de engañar a los pacientes, pero el Colegio de Odontólogos de Las Palmas si pide multa y cárcel para el empresario. El abogado Roberto Orive reclama cinco años de prisión por estafa agravada y una sanción de 6.500 euros, así como otra multa de 5.000 euros por intrusismo profesional.

El representante legal de los dentistas en Las Palmas también exige 1.000 euros de indemnización para cada uno de los perjudicados, en total 150.000 euros por implantes, fundas u otros tratamientos defectuosos o dejados a medias debido al cierre de los establecimientos.

Los supuestos responsables civiles de los daños causados a los clientes son las empresas Clínica Dental 4 SL, Nueva Odontología SL y Qalifax Clínique Dentaire, todas vinculadas al imputado, según la acusación particular.

El procesado, con el nombre comercial Denta 4, abrió en 2006 tres clínicas dentales en los centros comerciales de Siete Palmas, Las Arenas y La Ballena. Durante los meses de abril, mayo, junio, julio y agosto atendió al público "sin que hubiera odontólogo, médico estomatólogo o cirujano maxilofacial" al frente de los locales. Dos de esos establecimientos, Las Arenas y Siete Palmas, fueron cerrados tras sendas inspecciones médicas de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, sostiene la acusación particular.

Entre las irregularidades destacan que sólo trabajaban dos odontólogas, una de origen sudamericano que está en paradero desconocido. Las dos, además, nunca trabajaron en esos centros o, en el mejor de los casos, lo hicieron en la isla de Lanzarote, asegura el Colegio de Odontólogos.

Por eso concluyen, de manera provisional, que el acusado abrió las clínicas "con documentación falsa y en base a las titulaciones de dos odontólogas que ni siquiera trabajan en Gran Canaria", destaca el letrado.

El procesado, según los denunciantes, "tenía trabajando por su cuenta y riesgo a presuntas odontólogas que ni poseían los correspondientes títulos académicos ni estaban colegiadas en un Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos". Esas personas, agrega la acusación particular, utilizaron el número de colegiada de la Doctora Melo, una dentista argentina que nunca trabajó en Denta 4, sino en Lanzarote.

En otros casos utilizaron documentos falsos de otros colegas, incluso de un compañero que estaba inhabilitado para el ejercicio profesional porque le faltaba una falange en un dedo, sostiene la acusación. El juicio se celebra durante toda esta semana en la Sección Segunda de la Audiecnia de Las Palmas.