El tribunal del Vaticano abrió ayer el juicio contra los cinco imputados por filtración y divulgación de documentos secretos en el caso conocido como Vatileaks 2, y todo indica que podría ser un proceso rápido. En el banquillo de la sala, presidida por el juez del tribunal vaticano Giuseppe Dalla Torre, se sentaron el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, la exrelaciones públicas italiana Francesca Chaouqui, el excolaborador del monseñor Nicola Maio y los periodistas Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, autores de los libros donde se publicaron los documentos filtrados. A los dos periodistas y a Maio se les comunicaron el pasado sábado los cargos por los que están acusados, mientras que Vallejo Balda conoció a su abogado ayer por la mañana. Durante la audiencia se presentaron dos objeciones, una de ellas por parte de la letrada de oficio de Vallejo, sobre el calendario para la presentación de pruebas de la defensa. El próximo lunes se reanudará el juicio, que comenzará con el interrogatorio de los procesados. El primero en declarar será precisamente el sacerdote español.