"Maté a mi madre y mi hija hace 24 años": confiesa los asesinatos en su lecho de muerte

El 9 de agosto del 2000, Susan Carter y su hija Natasha, entonces de 10 años, fueron reportadas como desaparecidas, dando inicio a una de las investigaciones más largas y desconcertantes en Virginia, Estados Unidos. Larry Webb, quien durante años fue el principal sospechoso, nunca había admitido su implicación en el caso, manteniendo un silencio que prolongó el misterio y el dolor de la familia.

Confesión

En un giro dramático de los acontecimientos, Larry Webb, en su lecho de muerte a la edad de 80 años, confesó haber asesinado a Susan y Natasha Carter. Reveló que había enterrado los cuerpos en el jardín de su casa, una confesión que precipitó una investigación inmediata en la ubicación señalada.

Actuando rápidamente en base a la información proporcionada, las autoridades excavaron el jardín de Webb y encontraron los restos de Susan y Natasha. Este descubrimiento puso fin a un período de angustia y especulación para los seres queridos de las víctimas, proporcionando finalmente cierto cierre.

Implicaciones

La muerte de Webb ocurrió apenas horas antes de que los restos fueran desenterrados, cerrando así la posibilidad de cualquier procedimiento legal en su contra. Este desenlace ha conmocionado a la comunidad local y reavivado debates sobre la justicia y la resolución de casos antiguos.

El hallazgo ha sido un momento de alivio mezclado con profundo dolor para los familiares de las víctimas, quienes finalmente reciben respuestas después de casi un cuarto de siglo. La comunidad, mientras tanto, ha sido sacudida por la revelación y las circunstancias sorprendentes que rodearon la resolución del caso.