Esther cogió ayer la línea 17 de las guaguas amarillas, sobre las dos menos cuarto de la tarde, en el Auditorio y vino prácticamente sola toda la ruta hasta el Centro Insular de Deportes, cerca de su lugar de trabajo. "En Madera y Corcho se subió una chica y un poco más adelante otro. Un lujo. La guagua para mí sola", comentaba, muerta de risa.

Esta fue, más o menos, la tónica del transporte público de viajeros ayer, salvo en las horas punta, con unas guaguas circulando prácticamente vacías. Conductores de las compañías Global y Guaguas Municipales cifraban en un 90% la reducción en el número de viajeros. Un auténtico desplome, que se espera que baje más aún en los próximos días y que está empezando a preocupar a los trabajadores, reconocía un conductor de Global. Donde único se veían pequeñas colas de personas era frente a las oficinas de despacho de billetes en la Estación de Guaguas de San Telmo para comprar bonos. Y es que a partir de hoy sólo se podrá pagar mediante este título de viaje, para evitar el contacto con el dinero.

Unos 200 trabajadores de la compañía insular han optado por cogerse una semana de vacaciones, siguiendo el llamamiento que hizo el pasado lunes el presidente de la empresa, Manuel Suárez Peñate, una fórmula que se ha buscado como alternativa para no tener que echar mano del Expediente de Regulación Temporal de Empleo. (ERTE).

"Como esta situación con el coronavirus dure mucho, no lo quiero pensar", indicaba Juan Carlos, un conductor de Global que se disponía a realizar un servicio al aeropuerto de Gran Canaria con una sola viajera dentro de la guagua. "Para Las Palmas, traje antes a cinco personas, en un servicio que de media siempre lleva entre 35 y 40 viajeros. Dios quiera que esto pase pronto", imploraba Juan Carlos.

La única línea que tiene algo de movimiento en estos momentos es la que va a Mogán, por la gente que acude al trabajo por la mañana, explicaba Salvador Bolaños, el jefe de la estación de San Telmo.

"La gente se está concienciando y se está quedando en su casa. También se nota afluencia de gente en las horas puntas en las líneas de Arinaga (Agüimes) y Vecindario (Santa Lucía), aunque también se ha reducido mucho. Desde el pasado jueves, cada día que pasa hay menos viajeros", señaló Bolaños.

Desde Agüimes baja a Las Palmas a trabajar Araceli. Le han quitado la 21, que salía a las 6:30 horas y ahora tiene que coger otra guagua que sale a las siete y luego hace transbordo con la línea amarilla 9 hasta Schamann. "Salgo más tarde, pero como hay menos tráfico llego a tiempo al trabajo. A esa hora es difícil guardar la distancia de seguridad porque va mucha gente", comentó. Durante la vuelta a casa, por la tarde, apenas hay viajeros.

"Antes del coronavirus", recordó Bolaños, "la estación parecía la fiesta del Pino entre la una y las tres de la tarde, debido a la aglomeración tan grande de gente que había. Hoy no hay prácticamente nadie. Y por la tarde es muchísimo peor. Las líneas 30, que van a Playa del Inglés, y que iban llenas a todas horas, ahora apenas tienen viajeros. Podían hacer una recaudación diaria de más de 600 euros, quitando la tarjeta, pues hoy no ha llegado a cien euros. La bajada es bestial", debido a la desaparición de los turistas y a que muchos trabajadores no están yendo a trabajar.

Peor es la recaudación de otras líneas que van a pueblos más cercanos. "Una hizo esta mañana una recaudación de 12 euros y hubo otras que hicieron entre 35 y 40 euros", sostuvo.

Guaxara llegó ayer al Hoyo, procedente del aeropuerto, procedente de Segovia y esperaba otra guagua para Santa Brígida a donde ha vuelto para estar cerca de su familia en estos tiempos tan terribles del coronavirus. "Venía yo sola en la guagua del aeropuerto y tres trabajadores", relataba sorprendida.

Bolaños no recordaba un desplome de viajeros tan grande como el que se está viviendo ahora, al tiempo que resaltaba "la respuesta del personal a la situación. Estamos todos dándolo todo para sacar esto adelante y para que las repercusiones sean las menos posibles".

Conductores de Guaguas Municipales consultados por este periódico cifraban en un 90% la reducción de viajeros. Líneas como la 17, la 12 o la 1 que siempre van repletas de viajeros, circulaban ayer con dos o tres viajeros, salvo en las horas punta, en las que se acumulaba la gente. Un conductor de la línea aseguraba que ayer había menos viajeros que un sábado, después de finalizar un servicio en la parada del Teatro con un solo pasajero.

El panorama era parecido en la línea 17, según señalaba la conductora Blandina Montesdeoca Ramírez, quien resaltaba que cuando único hay más viajeros es a primeras horas de la mañana.

Por esta razón, tras analizar las sugerencias y las quejas de los viajeros, Guaguas Municipales ha decidido reforzar a partir de hoy los servicios de las líneas 12, 24, 9, 47 y 91 entre las 6.50 y las 7.10 horas. La línea 12 se ha reforzado en ambos sentidos. La línea 24, desde Santa Catalina, será reforzada a las siete de la mañana. La 9, desde Hoya de La Plata, a las siete de la mañana; la línea 47, desde Tamaraceite, a las 7.05 y la 91, también desde Tamaraceite, a las 7.10 horas. Por su parte, las líneas 8 y 80 circularán con el horario reducido y la 84 deja de operar. El objetivo de los refuerzos es evitar aglomeraciones en las guaguas a primera hora de la mañana. Blandina Montesdeoca notó ayer a la gente más nerviosa y realizó un llamamiento a la tranquilidad por parte de todos. "Todos estamos siendo afectados de una manera u otra y entre todos tenemos que poner de nuestra parte. A mal tiempo, buena cara", resaltaba, al tiempo que expresaba su temor a que haya problemas, a partir de hoy, con algunos viajeros porque sólo se podrá pagar con bono-tarjeta. La medida de pagar sólo con tarjeta sin contacto ha sido adoptada por la Autoridad Única del Transporte y afectará a todo el transporte de viajeros.