Pleno del Parlamento de Canarias | El debate nacional trasladado a las Islas

Franquis: "ni el vandalismo ni la ultraderecha van a doblegar al PSOE"

Clavijo no comparte "las palabras gruesas" de Vox por "alimentar la crispación" 

Sebastián Franquis (d) conversa con otros diputados del PSOE en el Parlamento.

Sebastián Franquis (d) conversa con otros diputados del PSOE en el Parlamento. / Carsten W. Lauritsen

Salvador Lachica

Los cercos y actos vandálicos que hoy y ayer sufrieron las casas del pueblo del PSOE en las dos capitales canarias y en las del resto España, con epicentro en la de la madrileña calle Ferraz, irrumpieron en el salón de plenos del Parlamento de Canarias durante la sesión de control.

Por la mañana, el portavoz del grupo Socialista en el Parlamento de Canarias, Sebastián Franquis, aseguró vehemente que «ni los actos vandálicos contra las sedes del PSOE ni los insultos de la ultraderecha, ni las pintadas ni la presión van a doblegar a un partido con 140 años de historia", y agradeció que el presidente del PP canario y vicepresidente del Gobierno, Manuel Domínguez, expresara su repulsa a las algaradas contra las sedes de los socialistas. Ya por la tarde, el presidente del grupo Socialista y máximo dirigente del PSOE canario, Ángel Víctor Torres, las hizo extensivas al presidente Fernando Clavijo.

Torres reclamó «responsabilidad política porque es peligroso alimentar la violencia».

Clavijo ya había asegurado antes de iniciarse el pleno que «discrepar y debatir con quien opina distinto es un sano ejercicio de democracia. El vandalismo, no». Por su parte, Domínguez condenó lo ocurrido «en ambas sedes del PSOE en Canarias» y en redes sociales insistió en que «el diálogo es la mejor arma que tiene la sociedad», independientemente de las diferencias que existan entre partidos.

Pero las de Franquis y Torres no fueron las únicas referencias a los actos vandálicos, pues el presidente Clavijo aprovechó un cara a cara con el portavoz parlamentario de Vox, Nicasio Galván, para volver a condenar las algaradas promovidas por plataformas cercanas al partido de ultraderecha: «ese no es el camino, el camino es la palabra».

En un debate en torno a la supuesta futura Ley de amnistía, el presidente afirmó que «no comparto las palabras gruesas» que los representantes del partido de ultraderecha usan en los debates referidos al presidente en funciones, Pedro Sánchez, o a las negociaciones para propiciar su nueva investidura.

«No comparto el lenguaje de golpistas hacia dirigentes catalanes, debemos ser cuidadosos con las palabras. No alentemos una escalada en el enfrentamiento y en la crispación porque seremos responsables de lo que pueda pasar», afirmó.

Por su parte, Galván insistio en que «a quienes dan un golpe de Estado se les llama golpistas», en alusión a los dirigentes independentistas que promovieron la declaración unilateral de independencia en 2017.

«Pedro Sánchez va a pasar a ser ilegal porque pisotea la Constitución y por blanquear a los etarras, y es el político más corrupto de España porque no hay mayor acto de corrupción política que ningunear a la Justicia para amnistiar a otros políticos corruptos para permanecer en el poder», insistió Galván.

«Estamos en democracia y la cosas se tienen que resolver de manera democrática. No me gusta el discurso de Vox, pero defenderé que pueda decir lo que usted aquí ha dicho. Esa es la diferencia entre nosotros», remachó el presidente Clavijo.

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